Me despierto como cada día a las 7:30 de la mañana para ir a clase.Me estiro, me pongo mis gafas de pasta negras y me levanto.Me visto con mi típica ropa negra y rosa,mis colores favoritos, y salgo al salón.Allí está mi padre haciendo nuestro desayuno, lo quiero mucho. Él se percata de mi presencia y me mira sonriente.
-Buenos días cariño, ¿cómo te has levantado hoy?
-Como siempre papá, de malhumor.
-En eso te pareces a tu madre.
-No hables de ella papá, no quiero saber nada de esa mujer.
-Lo siento.Bueno,hay muchas cosas que no sabéis de mí. Me llamo Daniela Blanco Escudero, tengo 14 años y soy de Madrid. Vivo con mi padre, Frank Blanco que es presentador de Zapeando. Seguramente os habéis preguntado que por qué no quiero que mi padre mencione a mi madre, os voy a explicar por qué.Mi padre me confesó cuando tenía 11 que mi madre nos abandonó cuando yo nací.Al parecer la idea de ser madre no le gustó y como no podía abortar, decidió tenerme y luego abandonarme con mi padre. Sé que es muy cruel por su parte, por eso la odio. Aunque supongo que tendría sus razones.Y no, no la conozco.Mi padre no quiere que lo sepa.
-Dani,hoy te llevo al instituto.- me dice cariñosamente.
-Bien, hacía ya mucho que no me llevabas.
-Sí, ya sabes que siempre estoy muy ocupado.
-Lo sé tranquilo.
-Para haberte levantado de malhumor, estás hablándome bien.
-Sí bueno...lo controlo.
-Termina tu desayuno rápido que nos tenemos que ir.
-Voy.Me termino mi Cola Cao junto a mis tostadas rápidamente y dejo todo en el fregadero. Voy a mi habitación, preparo la mochila, cojo dinero para el bocadillo de la cafetería del instituto y salgo con ésta colgada de un lado. Por si os interesa, mi mochila es negra con las cremalleras rosas. Miro a mi padre, quién ya está preparado y nos vamos al coche.
Llegamos después de 15 minutos y me deja en el instituto. Le doy un abrazo y un beso y salgo del coche. Busco a mi grupo de amigos y me acerco a ellos. En cuanto me ven, me abrazan y me dan los buenos días.
Terminan las clases y veo que el coche de mi padre está aparcado delante de la puerta. Lo busco y lo veo hablando por teléfono, parece estar enfadado. Me acerco y empiezo a escuchar la conversación.