Nos sentamos uno enfrente del otro. Papá me mira nervioso y con algo de miedo.
-Bueno Dani, te he dejado en casa de tu tía Anna antes ¿verdad?
-Sí, ¿qué quieres decir papá?
-Es que...esas cosas que he hecho es...
-Tranquilo papá, si no lo quieres decir no me importa.
-Deja que termine.
-Está bien.
-Esas cosas que he hecho es...reunirme con tu madre.Lo miro sorprendida, no me esperaba eso la verdad.
-¿Enserio esa mujer ha pisado esta casa?
-Sí Daniela, ha venido.
-¿Por qué? Si lo puedo saber.
-Para hablar sobre tí.
-¿Le importo?
-Bueno...algo sí. También hemos estado hablando sobre si dejar de ocultarte quién es y conocerla.
-¿Conocer a la mujer que me abandonó? Ummm...me parece que no.
-Escúchame Dani, no la vas a conocer hoy. Pero sí la semana que viene.
-¿Qué día?
-El sábado.
-¡Pero si tengo planes con mis amigos!
-Ya les estás diciendo que no va a poder ser.
-Pero yo no quiero conocerla papá, ya te dije que no quería saber nada de ella.
-Daniela... sé que estás muy enfadada con ella y que la odias.
-¡¿Entonces?!
-Quiere explicarte porque hizo ésto. Escúchame, yo no sé por qué lo hizo pero tú lo vas a saber.
-Es que no quiero saberlo, no quiero saber NADA de ella.
-Por favor Daniela, hazlo por ella.
-¿Qué lo haga por ella?Me empiezo a reír como una loca. Paro de golpe y lo miro enfadada.
-¡No pienso hacer nada por ella!Me levanto y me voy a mi habitación. Cierro la puerta con el pestillo y me tumbo en la cama. Cojo mi móvil y llamo a mi mejor amiga. De pronto, se me cae un papel de la funda. Es el teléfono de la chica del parque. Miro el número cuando mi amiga ya está al teléfono.
Hablo con ella durante una hora, donde nos reímos y hacemos tonterías. Adoro a esta chica, sabe como sacarme una sonrisa en un momento.
Termino la llamada y miro de nuevo el número, lo agrego. Aunque todavía no le voy a hablar, mañana mejor. De pronto, alguien llama a mi puerta.
-Daniela,¿puedo pasar?
-No papá, ahora no.
-Daniela, la cena ya está hecha. Vamos.
-Voooy.Escucho como sus pasos se van alejando poco a poco. Dejo el móvil en la cama, quito el pestillo y salgo hacia la cocina. Allí está papá con el móvil mientras cena. Me siento enfrente y como sin mirarle.