Después de que todo pasara, salieron de su escondite. Daena seguía inconsciente en los brazos de Sckarn y de todo el desastre que azotó a Schwarzwald esa noche.
Atravesaron toda la catástrofe que dejaron los hombres de Dorian. Neal al ver a su amigo Denis, muerto con el estómago abierto y toda la sangre esparcida en suelo se arrodillo a su encuentro.
-El muy maldito está loco – espetó – Tenemos que hacer algo. Está fuera de control.
-Ella será quien lo decida – respondió taciturno – Por ahora debe descansar.
Neal abrió la puerta de la casa. Sus caras eran de terror absoluto, luego pasó a alivio, para luego volver al terror y preocupación al ver a Daena en los brazos del demonio aparentando no tener vida.
-¡Daena! – gritó Bernard y Alana al unísono. Corriendo al encuentro de su hija - ¿Qué ocurrió?
-Ella solo esta inconsciente. Ha tenido un largo día y necesita recobrar fuerzas. Iré a recostarla – cortó Sckarn, mostrando su lado protector alejando a Daena de sus propios padres.
Él sabía que estaba siendo irracional y no le importaba que Bernard lo mirase de la manera en que lo hizo, pero después de lo que vio de lo que es capaz Dorian, debía ser más cuidadoso. Sobre todo cuando quería algo que era suyo y para él, ella era suya.
La depositó con cuidado en la cama y se dejó llevar por el suave rostro de Daena. Sus parpados estaban cerrados suavemente, los labios entreabiertos. Sus ojos viajaron a través de su cuello, venas azuladas y verdosas se mostraban bajo la perfecta y porcelana piel.
Sus instintos salvajes intentaron hacer protagonismo al sentir el flujo de vida caliente que corría por sus venas, sobre todo cuando su vista bajó a sus pechos turgentes, que subían y bajaban levemente debido a la respiración lenta bajo el tosco corsé que abrazaba sus curvas.
Alargó la mano para acariciar con el dorso de la mano el rostro de aquella criatura tan sublime para él que dormía profundamente, su piel estaba tibia a pesar del aire frío del exterior. Se veía tan hermosa, tan delicada y a la vez fuerte.
Logró salvar a su hermano e incluso fue tan valiente, quizás arriesgado que hiciese eso, pudo haber muerto.
Sólo los hechiceros fuertes y su padre han logrado sobrevivir a magia tan poderosa.
-Maldición, como estás loca. Arriesgarte así... y yo sucumbiendo ante ti – Me vas a volver loco. Pensó.
Dentro de Daena ocurría todo lo contrario a la paz que emanaba de su exterior, imágenes horrendas venían a su mente. Sentía su cuerpo arder, hombres uniformados corrían por todos lados, atacando todo lo que veían.
El cuerpo del que pudo haber sido su esposo, siendo atravesado por el filoso acero de una espada y ella al fondo, sin poder hacer nada. Se sentía impotente, inmóvil.
Algo dentro de ella empezó a consumirse, sentía un escozor en lo más profundo de su ser, algo oscuro que la poseía, atándola. Devorándola.
De pronto, llegó la calma, se sintió a salvo. Unos fuertes brazos la tomaron, la sacaron de aquella horrible pesadilla. Y su voz clamó su nombre ''...Daena, Daena... Daena...'' cada vez se hacía más clara y firme.
El peso de sus ojos se desvaneció anulando su ceguera, trayéndola a la realidad. La voz tomó forma al verlo, tan cerca, con los ojos tan abiertos ¿Estaba asustado? Se preguntó.
Si ese fuese el caso, seguía siendo hermoso, lo más hermoso que sus ojos jamás hayan visto, dos glaciares plateados la miraban tan profundamente que sentía que se perdía en ellos, mientras eran iluminados por la luz de la luna que entraba por la ventana.
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Serie Marcados Parte I: Protector
FantasyProtector, relata la historia de como Sckarn, un frío demonio que se debate entre cumplir con su deber o dejarse llevar por el amor que siente hacia su protegida; Daena una joven hechicera, que se encuentra perseguida por la obsesión y el odio de un...