2. "New job?"

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El agua caliente deslizándose sobre mi piel, se siente como una especie de abrazo caliente, el sonido que crea el agua al chocar contra el suelo de la ducha se mezcla con la música que suena de fondo, no sabría decir con exactitud cuánto llevo allí dentro, pero sí puedo decir que si no tuviese que bajar a ver que quiere mi madre que lleva media hora gritándome con extremada insistencia que baje, me quedaría bajo el agua de por vida.

Casi podría jurar que sería capaz de vestirme, maquillarme y peinarme con los ojos cerrados y hacerlo perfecto, la rutina cada vez me resulta más aburrida.

Tras dejar un moño  desenfadado sobre mi cabeza salgo del baño, hace frío fuera, la temperatura de mi habitación dista bastante de la que acabo de dejar atrás.

Bajo las escaleras tratando de no enredar mis pies con Lady que se empeña en cruzarse por delante de mí, cualquier día voy a pisarle la cola.

Al entrar en la cocina el olor a bizcocho es lo primero que captan mis fosas nasales, en respuesta mis tripas rugen, no es hasta ahora que me doy cuenta que desde por la mañana no he vuelto a probar bocado, los libros me absorben de una manera extrañamente delirante, podría decir que he vivido más aventuras que Sherlok Holmes y en mi opinión, eso ya es decir.

“Al fin bajas, pensé que habías decidido quedarte a vivir en la ducha” mi madre habla con el ceño fruncido hacia mí a la vez que esparce chocolate sobre un enorme bizcocho.

“¿Qué celebramos hoy?” pregunto haciendo caso omiso a su pequeño enfado.

Me mira elevando las cejas y negando con la cabeza devolviendo su atención al dulce, me coloco a su lado apoyando los codos sobre la encimera observando con atención sus actos, es increíblemente buena en la cocina, varias veces yo he tratado de cocinar algo y el resultado siempre es el mismo, un amasijo de cenizas.

“¿Piensas salir hoy?” esparce azúcar glas sobre el bizcocho mientras espera mi respuesta, últimamente pasa demasiado tiempo dedicando su atención sobre mi persona.

Niego con la cabeza pero después me doy cuenta de que no me está mirando “No” contesto y escucho como resopla “Prefiero quedarme leyendo y acabar el libro” añado para tratar de suavizar mi respuesta anterior.

“Pensé que quizá visitarías a Lili, hace ya un par de semanas que no te escucho hablar de ella y no le has traído a casa” se acerca a la pila y se lava las manos, me doy la vuelta para mirarle y apoyo la espalda sobre la encimera, sé que le ha cogido mucho cariño, yo también lo he hecho pero no es tan fácil, simplemente cada vez que le miro a la cara me acuerdo de él y la presión en el pecho aumenta.

“No sé mamá, tampoco puedo estar continuamente llevándomela, también tiene que pasar tiempo con su familia ahora que vive con sus abuelos, ellos también tiene derecho a pasar tiempo con ella” me acerco al bizcocho y paso un dedo por un lateral consiguiendo que mi dedo se llene de chocolate, antes de que pueda decirme nada lo chupo y le escucho reír “¿Qué?” le miro elevando las comisuras de la boca, no está mal sonreír de verdad de vez en cuando.

“No hay manera de quitarte esa fea costumbre” dice mientras mete el dulce en la nevera y la cierra mirándome “Desde que eras una cría siempre has hecho eso, luego te ibas corriendo para que yo no te pudiese regañar” cuando acaba de hablar en su cara hay una sonrisa, pequeñas arugas salen en las esquinas de sus ojos, me acerco para dejar un beso sobre su mejilla y darme la vuelta sobre mis talones para subir a mi cuarto de nuevo.

Estoy a punto de alcanzar las escaleras cuando su voz me detiene “Por cierto” giro el cuello elevando las cejas esperando a saber qué es eso que ha interrumpido mi camino hacia mi cuarto “Te he conseguido un trabajo” dice sonriendo ampliamente claramente satisfecha de su éxito consiguiéndome un trabajo, miedo me da lo que me haya encontrado ella.

FASTER2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora