Sujetó mi barbilla con una de sus manos inclinando mi cabeza hacia arriba conectando nuestras miradas de nuevo "¿Y? ¿Qué dices?".
Mirando directamente a sus ojos, neutralizando, o al menos intentando neutralizar todo rastro de cualquier emoción, por pequeña que fuese, sonreí como si de verdad hacerlo no doliese ni un poco "Sí, me quedo a cenar con vosotros" remarqué bien el 'vosotros', sin ningún fin concreto, o quizá sí pero no sabría darle nombre ni sentimiento.
"Bien" una sonrisa tomó posesión de sus labios, no tenía ni la más remota idea de si era verdadera o por el contrario era inventada como la mía, pero de lo que sí estaba segura era de que seguía siendo con diferencia una de las sonrisas más bonitas que había visto en mis cortos diecinueve años de vida.
Era una de esas sonrisas que con tan solo verlas te hacen sentir un 'algo' parecido a la felicidad y si tienes la suerte de que esa sonrisa vaya dirigida para ti, entonces es cuando sientes que quizá el mundo sí pueda ser un lugar mejor.
Pena que ninguna de las sonrisas que forme su boca vayan a ser para mí y sólo para mí nunca más.
Exprimí un poco más el pequeño tubo de crema que tenía entre mis manos y dejándolo a un lado posé mis manos sobre su piel una vez más. Era una porción muy pequeña de piel la que entraba en contacto con la suya, sólo las yemas de tres de mis dedos, acariciando lenta y suavemente la piel alrededor de la herida de su abdomen, sintiendo el tacto de su piel contra la mía, casi podría jurar que podía sentir el latido de su corazón, respiraba hondo y pausado, una de las respiraciones más relajadas que había presenciado alguna vez en él.
Los brazos parecían muertos a ambos lados de su cuerpo, colgando inertes sin ningún movimiento, clara muestra de su relajación extrema.
Alejé mi tacto de su piel cogiendo una nueva venda que había dejado anteriormente sobre la cama, creyendo que él se habría alejado un par de pasos hacia atrás para dejarme espacio cuando me pusiese en pie de nuevo. Me levanté quedando literalmente pegada a él, tenía la rara sensación de que ni siquiera había pasado por su cabeza el pensamiento de alejarse y dejar ese espacio vital que la gente suele necesitar.
En tan solo unos segundos el ambiente se había cargado de una extraña sustancia haciendo que me resultase imposible seguir con lo que estaba haciendo, aunque ciertamente no era necesario tomarse tanto tiempo pero a veces las acciones humanas no tienen razón alguna tras ellas.
Para suerte mía el ser más o menos veinte centímetros más baja que él, en esa ocasión era una ventaja, mirando al frente todo lo que podía ver era su clavícula, sonreí para mí misma creyéndome aventajada y estirando la venda entre mis manos pasé los brazos bajo los suyos y buscando con mi mano una de la suyas la puse sobre un extremo del vendaje para que lo sujetase, deslizando el toque de mi piel sobre la suya de una manera semejante a los patinadores cuando se deslizan sobre el hielo.
Podía sentir su intensa mirada sobre mí en todo momento, cada segundo que pasaba ahí seguía, fija sobre mí. Observaba mis movimientos con auténtica dedicación, sin mover un solo músculo o decir cualquier palabra, sólo sus ojos estaban activos y ocupados en mí.
"Listo" dije en cuanto me hube asegurado de que la venda quedaba bien puesta.
Levante la cabeza para mirarle a la cara, encontrándome de lleno con sus ojos. Su expresión seguía sin mostrar nada, igual al frío hielo.
"Gracias" articuló sin despegar su mirada de la mía, como retándome indirectamente.
Me dejé caer hacia abajo, sentándome de nuevo en el borde de la cama, girando medio cuerpo para poder acceder a todo lo que había esparcido sobre la colcha y volver a dejar cada cosa en su sitio.
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FASTER2
FanfictionLa única manera de librarse de la tentación es caer en ella, aunque a veces, se hace más fuerte. Segunda parte de 'FASTER'.