13. "Reunión sin un integrante."

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Capitulo 13.

*Aviso: En éste capítulo no narrará Kasumi.

Tres meses y medio. Tres meses y medio en el que Kasumi estuvo ayudando a Sasori a cualquier cosa que le pidiera, tenía que estar junto a el prácticamente todo el día por si de la nada el pelirrojo necesitaba algo que el no quería hacer por su cuenta debido a su holgazanería o por el simple hecho de fastidiar a la muchacha.

Al principio había sido divertido puesto que la chica hacía todo lo contrario a lo que le decía Sasori, y éste se enfadaba muchísimo y la perseguía por todos lados hasta que ella se cansaba, la cogía por la ropa y la arrastraba por la casa hasta que llegaran a su destino (el sótano). Ahí la encerraba un buen rato, pero no demasiado para evitar que Kasumi se descontrolara nuevamente. Generalmente eran cosas insignificantes, pero que de igual manera hacían cabrear al pelirrojo. Como por ejemplo, si le pedía un plato con comida, le llevaba uno vacío, lo mismo con la bebida. Si le decía que acomodara su cama o su ropa, la desordenaba. Que se quedara en determinado lugar, iba y lo seguía como si los atara una cuerda invisible. Que dejara de hacer sus jutsus raros con relámpagos morados, le enviaba uno de bajo voltaje hacia la nuca -una vez hasta hizo que se desmayara al no medir la carga-. Y así se extendía su incumplimiento.

Luego de un tiempo ese "juego" fue aburrido para ella y decidió obedecer. De igual forma no era muy cansado o tedioso servir a Danna, ya que no pedía muchas cosas, además de que salía a misiones con los equipos de vez en vez. Así podía librarse un rato de ser la servidumbre irresponsable e hiperactiva de Sasori. De igual manera se daba sus escapadas no tan rápidas. O cuando realmente se sentía tan monótona y rutinaria, sus ojos se volvían rojo sangre y el procedía a dejarla libre por el resto del día.

Nadie quería que se repitiera lo de antaño. Mucho menos porque el aguijonazo de la curiosidad les picaría de nuevo y sabían de antemano que Kasumi no respondería a sus preguntas, no todavía.

¡Aún así fue tres malditos meses y medio esclava! ¡Esclava! Y todo por el error de no pensar antes de hablar. La próxima vez seguro que mediría sus palabras antes de cometer semejante tontería nuevamente.

Después de todo éste tiempo, de los casi cuatro meses con Akatsuki, luego de tantos años, los problemas serios comenzaron a brotar. No exactamente para la organización, pero si para Takemure Kasumi, esa chica que los Akatsuki apreciaban y querían... A su inigualable y rara manera.

Problemas que seguramente ella se veía venir, pero hasta mucho, mucho después. Problemas que la harían enfurecer y posteriormente hacerla creer que lo mejor era huir, para luego dejar a sus amigos y no volver jamás. ¡Joder! ¿Recuerdan que eso era a lo que Kasumi temía?

Correr lejos luego de haber encontrado un lugar en el cual quería quedarse. Y seguro se derrumbaría porque ella ya no pertenecía al bosque, su hogar ya no era esa zona arbolada, sino ahí, junto a los Akatsuki. Porque en verdad que ya eran una familia, una gran familia. Ya todos habían formado lazos entre ellos, y si alguno se iba... Siendo sinceros, no se imaginaban ni querían hacerlo el cómo terminarían. Quizá no tan mal, pero si con un hueco en el pecho.

Nagato había decidido no comunicarle nada a la ojiazul, no hasta que supiera propiamente lo que haría para resolver la bronca que se le venía encima. Por ello, convocó a todos los demás de la organización en la sala, y a la chica la había tenido que... "Noquear". Había que entenderlo, necesitaba estar seguro de que no escucharía la conversación que estaba a punto de comenzar, y el único modo de solución que su cabeza había pensado fue ese. En realidad la drogó, le puso un somnífero en la bebida, el efecto duraba horas y con ello se sentía, de alguna manera, seguro.

La shinigami de AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora