Capítulo 21.
-¿Alguien más quiere algo de comer?- pregunté antes de irme directo hacia la cocina, si no les preguntaba lo más seguro era que me quitaran la mía y luego por intentar regresarla a mis manos me persiguieran por todas partes cargando con sus caras de asesinos seriales en lugar de simplemente ir a la cocina. Eran unos problemáticos de primera. Si fuera en otro momento, no me molestaría el tener que correr, pero debido a que nos habíamos pasado alrededor de una hora o más corriendo en círculos alrededor de toda la casa, persiguiéndoles para que nos explicaran la razón de estar escuchando nuestra conversación a hurtadillas, había acabado sumamente cansada. -Mi oferta se acaba en tres..., dos...
-¡Yo, yo quiero!- gritó Deidara desde su lugar.
-Si, yo igual- dijo Kisame.
-Tobi también quiere, Kasumi-chan.
-Vale, vale, debido a que sabemos que todos querrán, tráenos a todos, por favor- pidió Nagato, interrumpiendo a un emocionado Hidan que a penas iba decirme que él también quería, el peliplata hizo un puchero y le dio la espalda al pelirrojo dándole a entender que estaba ofendido.
-¿Por qué me das la espalda?
-¡No me hables, Nagato!- expresó a la vez que se cruzaba de brazos.
-¡Oh, vamos!- exclamó el susodicho palmeándose los muslos una vez -Eres un bebé, Hidan, ¿lo sabías?
-Si, Kasumi ya me lo había dicho antes, así que invéntate algo mejor si quieres ofenderme.
-Pues de hecho ya lo hizo, ¿no?- inquirí reprimiendo una risa que estaba a nada de salir.
-¡Tu cállate y ve por la comida!
-Woah, tranquilo, amigo, no necesitas ser tan agresivo- acto seguido me fui directo a la cocina, pero justo cuando a penas iba cruzando la puerta de esta alcancé a escuchar la voz de Itachi decirle:
-Vuelves a hablarle así y esas serán las última palabras que pronunciarás en toda tu vida.
Nerviosamente, terminé de cruzar el umbral y cerré la puerta para finalmente recargarme en ella. Ni un murmullo se escuchaba del otro lado, sólo había silencio, uno que te ponía los pelos en punta porque simplemente era extraño no oír ruidos en la casa. Pero luego de un par de minutos, las voces volvieron, lo cual me tranquilizó.
Su griterío y sus peleas de todos contra todos no tardaron en hacer presencia, así fuese una tontería por lo que discutían siempre lo terminaban haciendo y luego reían como locos, pocas veces llegaban a enfadarse realmente al grado de ni mirarse y se iban cada quien por su camino, lejos de todos los demás. Sin embargo, al final siempre volvían a ser los mimos de antes, volvían a hablarse y volvían a discutir como si nada hubiera pasado porque los lazos que tenían eran fuertes. Claro que yo también me unía a todo ese jaleo, también iba incluida -gracias a ellos- en esa gran cadena de amistad. Cada segundo de mi vida a partir de se día agradecía que ellos hubieran llegado a ese bosque para sacarme de ahí.
Y así fue como me di cuenta de que, a pesar de no llevar mucho tiempo fuera, no podía vivir sin todas estas maravillosas personas, ni sin jugar con ellos, ni sin perseguirlos por toda la casa o sin verlos gritar como niñitas asustadas pidiendo socorro. Ahí fue cuando volví a hacer una promesa, la de no abandonarlos nunca más, fueran cuales fueran las circunstancias, porque me di cuenta de que necesitaba de ellos para afrontar todo esto y que si lo hacía sola acabaría mal; eso si, tomaría las precauciones necesarias para evitar perjudicarlos a toda costa.
Dirán que es prácticamente imposible el hecho de cambiar tan drástica y rápidamente de opinión, yo también lo consideraría de ese modo si no estuviera viendo lo evidente, lo que todo el tiempo estuvo frente a mi pero lo negaba debido a que mi mente se cerraba al no encontrar otra solución rápida, y no me daba cuenta de que lo que hacía era más bien estúpido y sin una pizca de razón. Pero ahora me daba cuenta de que lo más importante para solucionar este problema era contando con el apoyo de mis amigos, o mejor dicho de mi familia.
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La shinigami de Akatsuki
FanficSer conocida como "La shinigami del invierno" no estaba en los planes de Kasumi Takemure, una ninja de la aldea de la arena, de la cual la echaron a temprana edad para que viviera como ninja renegada a causa de sus múltiples 'crímenes' atroces y por...