Capítulo 23 (II)

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- ¡¿Qué has dicho?! – Los tres hombres voltearon hacia la puerta, que era donde había provenido esa voz. Pero uno de ellos sintió terror al escucharla. Supo que estaba acabado.

...

-¡Luna! – gritó asustado el moreno al ver el rostro de la castaña. Esta era una Luna enojada.

- ¡Yo te mato! – Luna en menos de un segundo corrió hacia él y lo tumbó al piso, quedando ella arriba. Lo miró fijamente y empezó a propinarle unos fuertes golpes sobre el pecho.

- ¡Espera! –  Caleb esquivó un golpe que iba directo hacia su cara y trató de cogerla de las manos para detenerla. Luna hace tiempo que quería darle su merecido.

Logró escaparse y corrió de ella. Pero fue en vano porque Luna estaba dispuesta a alcanzarlo. - ¡Estás loca! – Fue a la cama y saltó hacia el otro lado. –

- ¿Loca yo? – Luna se dirigió a la cama también y desde el otro lado empezó a tirarle las almohadas. – ¡Jamás le digas a una mujer loca! – No tardó y otra vez terminó encima del chico.

¡No se queden ahí y ayúdenme! – miró hacia los dos chicos que parecían disfrutar del momento. Les parecía gracioso ver al moreno tirado en el piso mientras una chica lo golpeaba.

- ¡Eres un idiota! – le gritó Luna seguido de otros insultos. – Te juro que te voy a castrar. – Caleb había empezado a asustarse. En serio, creía capaz a la chica de hacer eso. Y la vena de la sien que le sobresaltaba no ayudaba mucho.

-Moon ya déjalo. – Nate la sujetó de la cintura y la levantó para separarla.

-No, Nate ¡Suéltame! – Trató de zafarse, pero no tuvo éxito.

Liam le ofreció una mano a Caleb para ayudarlo a levantarse. – Gracias. – le agradeció y trató de recuperar la postura.

-Ya Luna, con golpes no vas arreglar nada. – intervino Liam en el medio.

- ¡Él es un chismoso! – Luna lo miró a los ojos sin temor alguno.

- ¿Un chismoso? – Caleb se puso delante de Liam logrando quedar a un metro de distancia de la ojiverde.

- ¡Sí! – afirmó, aún sujetada por Nate. - ¿Para qué has venido?

-A visitar a mi mejor amigo. – le espetó.

-Pues Nate es MI mejor amigo. – enfatizó ella. – No tienes nada que hacer acá.

-Yo lo conocí antes. – Caleb le dio una sonrisa antipática. – Tú eres la entrometida. – Parecían dos niños en el jardín de infantes discutiendo por un amigo.

- ¡Ah no! Ahora sí te mato de verdad. – Luna otra vez se fue encima de él y ambos volvieron a caer sobre el suelo.

La castaña se sentó sobre horcajadas y lo miró directamente como jamás lo había hecho antes. - ¿Por qué siempre te encargas de perjudicarme todo? –  desvió la mirada y por un momento se arrepintió de haber venido. Ella ya no lucia molesta o furiosa, sino angustiada y preocupada. Levantó la mirada y sus ojos se conectaron con los de ella. No podía más.

- ¿Luna que hacías en la casa de Lucas? – la pregunta de Nate los interrumpió. Luna soltó un suspiro, miró a Caleb una vez más y se levantó. Ya estaba cansada. El moreno también se paró. Siempre ocurría algo que no dejaba que la verdad saliera a la luz.

-Luke y yo somos amigos. – dijo Luna mirando a los tres chicos. Nate le levantó una ceja como si no se creyera lo que ella acababa de decir. – ¿No me digas que le vas a creer a él? – cruzó los brazos a la altura de su pecho.

"Nunca te lo dije"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora