Capitulo 8

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– ¡Mi amor! – mi madre me abrazo. Estábamos en un paisaje hermoso, ella vestía un hermoso vestido blanco, lucía hermosa.

–Mama – dije llorando en el abrazo.

– ¿Cómo has estado? – me preguntó.

–Mal, pésimo, ya no es lo mismo sin ti – le dije. Ella miro hacia abajo y luego volvió a mirarme y a sonreírme.

–Mírate, luces preciosa – me sonrió.

– ¿En serio? – le pregunte.

–Sí, mira – voltee hacia un lado y ahí había un espejo. Me mire y también traía puesto un hermoso vestido blanco, traía el cabello suelto y ondulado. Para mi opinión, jamás había lucido mejor.

– ¿Dónde estamos mama? – le pregunte.

– ¿No sabes dónde estamos? – me pregunto.

–No – conteste sin entender.

–Oh, mi amor, entonces tú no tienes porque estar aquí – me dijo ella sonriendo y dándome un beso en la frente.

– ¿Por qué mama? ¿Dónde estamos? – pregunte sin entender.

–Estamos en el cielo mi vida, y si tu no sabías dónde estabas, es porque no debes estar aquí, tú debes seguir en la tierra, con tus amigos. Debes irte.

–No mama, yo me quiero quedar aquí, contigo – le dije sollozando y abrazándola.

–Yo también mi amor, pero no ahora, ahora debes continuar con tu vida.

–Desde que moriste papa se deprimió, nos trataba mal, Taylor huyo de casa, y a mí me metió a la academia para dejar de preocuparse de mí.

–Tu padre te ama, Grace. El quiere lo mejor para ti.

– ¿Cómo lo sabes?

–Porque tu padre en las noches habla conmigo, se inca en la cama y habla conmigo, el no sabe que yo lo escucho, pero lo hago.

–Me haces tanta falta – le dije llorando.

–Y ustedes a mi mis amores, pero los cuido siempre desde aquí. Ahora, regresa con tus amigos, Alice quiere verte y está muy preocupada por ti. Tienen que explicarte muchas cosas.

Desperté en una habitación crema, mire hacia un lado y vi mi brazo con una aguja en él, mire  mi pecho y tenía cables, mire al otro lado y estaba Louis acostado en el sillón, tenía la cara hinchada, parecía que había llorado.

Segundos después comenzó a despertar y me miro, entonces una sonrisa se formo en su rostro y corrió hacia mí.

–Has despertado – me dijo feliz y acariciando mi frente. Yo le sonreí.

– ¿Qué ha pasado? – le pregunte.

–Anoche los tipos que tenían a Alice, te dispararon.

– ¿Cómo es que no me di cuenta? – le pregunte divertida.

–Eres rara, pero así te quiero – me dijo y me dio un beso en la frente.

–Igual que yo – le respondí.

–Hay alguien que quiere verte – me dijo y salió de la habitación. Minutos después apareció Alice por detrás de la puerta.

– ¿Cómo despertaste? – me sonrió, esa chica que habían secuestrado por mi culpa, me había sonreído como la última vez que la vi.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2014 ⏰

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