Texto 39

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Buscamos por todos los medios a alguien, le escribimos mil mensajes, dedicamos mil canciones, cuadernos enteros llenos de poemas, llenos de cartas, de palabras que cruzan por nuestras mentes, de cosas nunca dichas.
Las callamos porque sabemos que no influyen en nada al otro, sino que influyen en nosotros, son palabras que sentimos, que queremos decir con todas nuestras fuerzas pero las callamos, lo hacemos porque muchas veces es mejor, es más cómodo, es nuestra forma de engañarnos a nosotros mismos, de suprimir todo lo que sentimos por la otra persona, de esquivar esos sentimientos que vienen como flechas.
Cada cosa que callamos, cada cosa que ocultamos, cada cosa que no decimos repercute en nosotros de forma mala, porque nos hace un enorme vacío, un vacío profundo que cada vez crece más y más, un vacío que no hay con que llenar.
Entramos en depresión, lloramos, nos encerramos en nosotros mismos y para los de afuera mostramos a alguien que está feliz, que no tiene problemas, alguien que es valiente, que nunca llora, pero un día esa máscara se agrieta, se rompe, y ese día nos desbordamos a través de esas grietas, dejamos caer las lágrimas y nos mostramos tal cual somos, sin ataduras, sin máscaras que nos protejan, que nos cubran, que engañen a los demás.
Tenemos miedo de mostrar quienes somos porque es nuestra forma más vulnerable, tenemos miedo de que la utilicen, de que utilicen todo lo que soltamos en esa forma, tenemos miedo de que usen nuestros mayores miedos e inseguridades como arma contra nosotros, por eso callamos, por eso ocultamos todo, por eso llenamos cuadernos con palabras que siempre le quisimos decir a quien amamos, por eso dedicamos mil canciones a la nada, por eso nos encerramos en nosotros mismos, porque es más fácil, porque es más cómodo, porque así somos, fingimos ser fuertes en un mundo personas que fingen ser fuertes, fingimos ser dioses en un mundo de mortales, fingimos no tener problemas cuando en realidad nuestra vida está tan jodida como la de los demás.
Lo que no sabemos, es que entre tanta mierda, entre tantas personas que fingen, hay personas que no lo hacen, hay personas que se muestran tal y como son, con sus miedos e inseguridades, con sus defectos y sus virtudes, esas personas son las que valen oro, esas personas no se quedan con las ganas de decir algo, no lo escriben en un cuaderno, no dedican canciones, no se callan y se encierran en si mismos, esas personas son libres, son esencia pura y saben que lo son, saben que pueden contagiar a alguien con su magia, saben que solo necesitan estar ahí para lo que sea y que ellos pueden ayudar y transformar hasta al alma más oscura, en algo hermoso, porque son energía en movimiento, son vida y contra eso no se pelea, eso se asimila y se aprende, el tiempo que sea necesario, el tiempo que ellos estén en nuestras vidas lo tenemos que aprovechar y aprender, porque ellos nos van a cambiar para bien.
Así que no vale encerrarse en si mismos, no vale callar todo lo que sentimos, no vale ponernos depresivos, escribir mil cuadernos de cartas y poemas con hermosas palabras que nos hubiera gustado decirle a alguien, no vale dedicarle mil canciones a la nada, porque ella nunca nos las va a devolver, hay que salir, mirar a los ojos a la persona que amamos y decirle lo que sentimos, mostrarle como en realidad somos, sacarnos la máscara, llorar y reír un millón de veces, por qué esta es la única forma de ser fuertes y felices, sin una máscara que nos acompañe a todos lados.
    "Canciones a la nada"
     Alejandro Díaz 12/02/18

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