Texto 27

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Vivimos en un limbo repetitivo sobre lo que queremos, lo que hacemos y lo que no, sobre quienes somos y quienes deberíamos ser, sobre como somos con los demás y sobre lo que hacemos y dejamos de hacer.
Vivimos en este bucle y no somos capaces de romperlo, vivimos en él porque no nos animamos a derribar los muros que nos dejan ser, no nos animamos a romper con los prejuicios, dejamos que las dudas, los miedos, la falta de coraje y el dolor a sufrir por miedo a arriesgar, nos ahoguen, los dejamos hundirnos en los profundos pozos del bucle y ahí nos encontramos otra vez, repitiendo eso que tanto queremos cambiar, repitiendo eso que nos hace tanto mal pero que por miedo a perder no cambiamos.
Tenemos miedo a saltar al vacío sin paracaídas, sin ningún tipo de protección, tenemos miedo a hacernos trizas contra el suelo, pero de lo que más tememos, de lo que más escapamos, es de esa versión que va a salir luego de reconstruir los pedazos que quedaron en el suelo, luego de que peguemos con cinta esos pedazos que quedaron y ahí, ahí es cuando de verdad tenemos miedo, tenemos miedo al cambio, a haber roto ese bucle en el que estábamos tan inmersos, ese bucle que durante mucho tiempo fue nuestra burbuja protectora del mundo exterior, ese bucle que nos dio dolor, pero que también nos otorgó risas y momentos felices.
Nos olvidamos que el bucle es solo una ilusión, nos sentimos como gorriones es una jaula enorme, una jaula que no nos deja ser libres, ser nuestra mejor versión.
   "Bucle de descontento"
    Alejandro Díaz 25/01/18

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