¿Por qué No Me Odias? [VMin]

Capítulo 13

Los odiaba, en momentos como estos, los odiaba con todo mi corazón. Seokjin estaba medio adormecido en el regazo de Yoongi, siendo mimado por su pareja. Se veían tan felices y tranquilos. Los odiaba.  Quería ir hacia ellos y perturbar su paz, dañarlos porque nadie a mi alrededor merece ser feliz cuando yo me sentía horrible, no cuando lo único que yo quería era gritar y golpear algo. No me sentía orgulloso pero tampoco podía evitarlo, por eso era mejor permanecer encerrado en la habitación que me habían cedido, alejado de todos.

Seokjin se removió en sueños. Su rostro se arrugó como si tuviera dolor y dijo algo que no llegué a oír desde donde estaba. Yoongi lo calmó, susurrándole cosas al oído. Cuando Seokjin volvió a dormir pude ver la expresión de preocupación en el rostro de Yoongi.

Apreté mis manos en puños y volví a la habitación de la manera más silenciosa posible.

Me tomó un par de días darme cuenta que Seokjin sufría de pesadillas recurrentes. Hoseok, el mejor amigo de Yoongi que vivía junto con ellos, me contó que él había empezado a tenerlas desde que fue expulsado de su casa y apartado de su hermano menor. Ese hecho hacía que me sintiera peor por tener estos pensamientos tóxicos que corrían por mi cabeza últimamente. Seokjin tampoco lo ha estado pasando bien durante todo este tiempo. A él le habían quitado a su hermano y estuvo en las sombras por más de un año para volver a encontrarlo y perderlo una vez más por su padre. Debió sentirse muy impotente e inútil. Como yo. Aunque Seokjin se siente así desde hace más de un año, yo por solo un mes.

Había pasado un mes desde la última vez que lo vi. Mi corazón aún dolía como si todo hubiese acabado de ocurrir. Nunca podré olvidar lo roto que se veía Taehyung antes de irse. Pero lo que más me pesaba era que no aproveché bien el tiempo que tuvimos por estar demasiado temeroso del después. No fue solo que no le dije como me sentía por él, también me arrepentía por esos días de “calma” que tuvimos en los que prácticamente caminaba de puntas a su alrededor. Me hace reír lo ridículo que fui al tener esas actitudes frías con él cuando quería hacer lo contrario.

—Eres un idiota, Park Jimin.

Me aferre a la almohada y fingí que no esta llorando una vez más.

—Jimin. —una mano me sacudió bruscamente, despertándome—. Jimin, es hora de comer.

Parpadee confundido hasta que vi a Hoseok sobre mí con una gran sonrisa. Siempre llevaba una sonrisa enorme y hasta algunas veces parecía brillar.

Quería golpearlo.

—Te he dicho que no entres sin mi permiso. —gruñí, sacudiéndome los últimos rastros de sueño.

Hoseok soltó una risa y me revolvió el cabello. Estaba seguro que tenía una expresión de muerte en mi rostro pero él no se inmutó.

—Yoongi dijo que podía entrar cuando quiera porque sino tú no saldrías de la habitación. Él me dio la importante misión de sacarte de aquí para que puedas comer e interactuar. No me tomo esa misión a la ligera.

—Vete a la mie-

La mano de Hoseok me cubrió la boca. Su sonrisa aún se mantenía en su lugar, tan brillante como siempre. —He vivido con Yoongi desde hace años, soy inmune. —su sonriente rostro se acercó demasiado al mío, poniéndome nervioso—. Soy tolerante, pero no olvides quién es el mayor aquí.

Asentí con los ojos muy abiertos.

—Que bueno que nos estemos entendiendo al fin. —me soltó, dando dos pasos atrás y un gran aplauso—. Muy bien, te doy diez minutos para que te levantes y te des un baño que, la verdad, empiezas a apestar. Si te tardas más de ese tiempo vendré otra vez, ¿no quieres que eso pase, verdad?