Conocí a Taehyung una noche cuando Seokjin me invitó a su casa junto con su entonces mejor amigo y profesor de piano, Min Yoongi. Al principio no quise ir al ver la hostilidad que desprendía el profesor Min, pero luego él se disculpó e insistió que fuera con ellos. Fue divertido ver su interacción, en especial cuando Seokjin hizo cumplir la promesa que había hecho Yoongi de llevarlo todo el camino cargado sobre su espalda como compensación por dejarlo plantado por el trabajo. Reí mucho en el camino a la enorme casa de Seokjin, y también sentí mucha envidia por la manera en la que ellos dos interactuaban. Yo anhelaba ese tipo de compañerismo. Aunque en ese momento eran solo amigos sabía que pronto iban a ser algo más, y tal vez por eso fui tan fácil en el momento en que Taehyung apareció. Seokjin rebosaba de encanto elegante y etéreo, pero su hermano menor era encanto salvaje, seductor. Me golpeó en el instante en que entró en la sala vistiendo unos ridículos pantalones de cuero y una camisa de seda que dejaba ver su marcada clavícula.
Me robó el aliento la primera vez que lo conocí, y lo siguió haciendo durante toda nuestra corta relación.
Me lo robaba cada vez que decía mi nombre en un susurro con ese tono de voz grave que tenía.
Me lo robaba cuando recostaba su cabeza en mi regazo y me dejaba ver esa rara sonrisa llena de calma.
Y hoy me lo robó una vez más.
Mis oídos aún zumbaban con lo que acaba de decir. Lo miré pero él no me miró a mí. Este Taehyung era uno que no conocía, era vulnerable, era uno triste, uno cansado, sin la arrogancia que lo caracterizaba, y no sabía como tratarlo.
—¿Qué dijiste? —siguió sin decir una palabra. Solo caminaba de un lado a otro con su mano en la frente y una expresión de profunda preocupación con arrepentimiento—. Taehyung.
Pasó sus dedos por su cabello, con frustración y habló. —Su amenaza no era vacía. —tomó una respiración profunda, sin dirigirme una mirada—. Yo-
Vaciló. Pude ver que tenía miedo de hablar más.
«Mi padre dijo que iba a romperte las piernas si te seguía viendo»
Me estremecí. Lo alcancé y tomé sus manos. —Tae, por favor.
Levantó su cabeza al oír la forma cariñosa en la que dije su nombre.. Era como antes solía decirle. Sus ojos volvieron a caer pero esta vez no para mirar el suelo, sino nuestras manos entrelazadas. Su pulgar acarició el dorso de mi mano, provocando otro estremecimiento en mí, pero éste no era uno de miedo.
—Cuando era pequeño. —empezó hablar en voz baja, como si temiera que al hablar con normalidad alguien lo oyera—. No podía tener más de catorce años. —soltó una risa hueca. Apreté sus manos—. Mi padre decidió que tenía que tenerme cerca para que no me ocurriera lo mismo que Seokjin. —su mandíbula se apretó con el recuerdo—. Quería asegurarse de que yo fuera un “hombre”. Lo más divertido es que no era por alguna idiotez homofóbica, claro que no, no podría importarle menos con quien tuviésemos sexo, pero un hijo homosexual no le servía en sus negocios. ¿De qué te sirve tener hijos si no puedes casarlos para obtener más poder? —hice una mueca. Siempre supe que sus padres no eran los mejores pero esto iba más —. Al inicio lo vi intentar que a Seokjin soportara las mujeres pero mi hermano lo encaró y le dijo que no lo iba a hacer. Como padre aún me tenía a mí, lo acepto. Fue en ese momento cuando decidió que lo acompañara a cada evento, reunión y de más cosas que tenía, cosas a las que un niño de mi edad no quería ir.
>Fue en uno de esos tontos almuerzos obligatorios cuando descubrí la clase de monstruo que tenía por padre. —se alejó de mi lado para apoyar ambas manos en la pared más cerca. Mi pecho dolió cuando alcancé a ver la mirada avergonzada que cruzó por su rostro—. No estoy seguro quién era el hombre con el cual nos reunimos pero lo que si sabía era que le dio una respuesta que mi padre no esperaba. Pude ver su expresión de decepción, la conocía bien. Pero no hizo nada. No gritó o le dio una amenaza. Solo estrecharon sus manos y cada uno se fue por su lado.
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¿Por qué No Me Odias? [VMin]
Fiksi PenggemarKim Taehyung no solo ha perdido a su hermano, al que tanto admiraba y respetaba en secreto, también perdió al hombre que alguna vez podría haber amado. Park Jimin se enamoró ciegamente de un hombre que nunca terminó de conocer. Taehyung le hizo much...