¡Ya es viernes!
Y estoy más nostálgico de lo normal.
Tendré que decirle adiós a mis compañeros que son agradables, a los profesores que me caen bien y a lo más importante: Mí querida radio.
Aquella que me dio el apodo de Sirenita, la que me permitió acercarme de alguna manera a todos los estudiantes del instituto, hacer de cupido y enterarme de esos secretos que jamás creí sabría.
Me alejaré de ella.
Ella, esa chica que aún no sé nada salvo las iniciales de su nombre y que me tiene confundido sólo con eso. Me tiene pensando en todas las chicas que conozco, en todas aquellas que sus nombres comienzan con una I, L o M.
Pero ninguna tiene la característica tan peculiar que me dijo sobre su cabello.
Bueno, sólo dos: Julia y esa chica que conocí el miércoles en la cafetería, que ya ni me acuerdo de su nombre. Así de despistado soy, señoras y caballeros.
Pero Julia no puede ser...no, ella tiene el cabello negro. Y... ¿qué tal si...?
No, bueno. No lo sé.
Como lo supuse el profesor de ciencias nos entregó una prueba en la última hora de clases y por suerte para mí era con alternativas. Salí de la sala en veinte minutos, total ya nunca volveré a este instituto.
Paso por última vez fuera de mi sala especial, ya que le he entregado la llave al conserje aunque este insistió en que me quedara con ella, y saco lo que queda dentro de mi casillero.
Un par de libretas, una lata vacía de refresco y un papel doblado en cuatro partes. Lo abro un tanto confundido, pero cuando mis ojos se encuentran con esa caligrafía que reconozco, mis labios tiran en una sonrisa.
"Fin de clases e inicio de vacaciones... y quizá de otras cuantas cosas más.
Espero que haya sido un buen último día en el instituto, dejé algo para ti con la señora de la cafetería, que empieces el verano de la mejor manera posible.
Te quiere,
L.D.
Posdata: +569 01000211."
Inspiro súbitamente y parpadeo antes de mirar otra vez el papel. Cierro el casillero y apoyo la frente contra este.
—Ella... ¿ella me ha dado su número de teléfono? —paso la mano por mi cabello y, simplemente no lo puedo creer— Cielos, ¡su número! ¡Tengo su número!
A lo lejos oigo como algún chico grita un "¡eso es, colega!", pero lo ignoro. Cuelgo mi mochila del hombro y a paso apresurado me dirijo a la salida, hoy me apetece irme en autobús para llegar lo más pronto posible a mi casa.
Maldita pobreza, no tengo datos móviles pero sí WiFi en casa... quiero llegar ya.
∞
En cuanto cierro la puerta de la entrada mamá me regaña por hacerlo con demasiada fuerza y grita que irá a visitar a su hermana más tarde, pero yo subo las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi cuarto.
Allí dejo la mochila hacia cualquier lugar y revoto sobre la cama cuando me tiro en ella. No me demoro en agendar el número en mi celular y antes de ver si acaso estoy conectado a la red, abro su contacto en WhatsApp.
Hola, D.
:)
Envío y me empiezo a comer las uñas.
Luego de unos minutos, mi teléfono vibra.
Hola Ariel, me alegra que hayas enviado un mensaje.
xx
¿Las equis son besos, verdad? ¡Me ha enviado besos!
Mi verano simplemente ha iniciado mejor de lo que esperaba.
********************
Espero que les haya gustado y que les guste lo que vendrá a partir de ahora. Los personajes empezarán a comunicarse por WhatsApp y digamos que ahora empieza la segunda parte de la historia: la primera era en la escuela y la segunda será, pues, fuera de ella... xD
No olviden dejar sus votos y comentarios, los amo un montón, muchas gracias por leer lo que escribo, significa un mundo para mí.
Nos leemos pronto,
-P.
Posdata: Si gustan pueden pasar por mi otra novela 7w7
Posdata 2: Se me había olvidado preguntarles algo... ¿Qué les dice su corazoncito? ¿D es chica o chico? 👀
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DILO POR LA RADIO
Teen Fiction-Bienvenidos queridos oyentes, esto es "Dilo por la radio" la nueva sección de confesiones anónimas de esta genial emisora. Yo soy Ariel, ni sirenita ni detergente, ¡que empiece el chisme linduras!. -Novela original, se prohíbe cualquier tipo de ad...