Esta es la historia de una pobre abandonada.
Una que soñaba, pero que nunca realizaba.
Una que veía, pero nada comentaba.
¿Por qué lo has hecho, idiota?
¿Acaso no escuchas sus risas sonoras?
¿Por qué no lo has hecho, cobarde tonta?
Luego dirás que te sobran oportunidades, pero que ganas te faltan.
Tonta, niña tonta.
¿A qué estabas esperando?
En este juego es muy difícil salir ganando.
Pase lo que pase, siempre hay palabras rondando.
Palabras atoradas.
Como en un verso encadenado,
O como en un poema por todos perforado.
Yo enseñaré qué es padecer sin enfermedad.
Yo enseñaré qué es soñar sin sueño.
Yo mostraré lo que es vomitar el vacío.
Lo que es sellar tus labios de un apretón solapado.
Alguna vez, por miedo fui condicionada.
Otra, por amigas remolcada.
Sin embargo, todo lo que siento perdura.
Por mucho que continúe esforzándome en hacerlo,
Las voces, los sollozos,
los sigo llevando adentro.
No poder confiar, no poder seguir.
Siquiera enfrentar aquella oscuridad.
¿Cómo es que pretendes que alguien así salga a la calle sin ganas de morir?
Un corte, dos cortes,
Atraviesan mi aliento
Sin tener apenas efecto.
Y al final comprendes.
Comprendes por qué no.
Comprendes por qué sí.
E incluso el "tal vez".
Comprendes que no estás completa,
Una rosa sin espinas.
Una lira sin poeta.
Entiendes por qué falla tu corazón,
Sin saber en qué momento comenzó.
Entiendes el temblor que te arrastra,
Sin saber por qué tiene tanta fuerza.
Así es, en eso consiste vivir como yo.
En un mundo pequeño y lleno de gente.
Que solo los "valientes" son capaces de hacerle frente.
Un lugar que no es para mí,
Solo está pensado para los superficiales habladores.
Para los que no tienen miedo a salir.
Qué se le va a hacer.
Al final es eso.
O le dejas que acabe contigo
O le conviertes en tu enemigo.
