Maldita

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Yo soy reina de aquel sitio,
Que alguna vez fue de ensueño.

Un lugar donde mi doncel es mi único caballero.
Un lugar donde yo soy mi corona,
La que a todos acongoja.

En el norte están los pueblos
Y en sur están los lamentos.
Quién creyó estar entre los muertos
Debió estar en lo cierto.

No hay vida, no hay muerte,
Solo sentimientos perennes.

Pasiones que te llevan a lanzar una flecha en llamas,
Mientras solo queda esperar que la diana sea quien amas.

Belleza prohibida,
De alguien que no existía.
Vil pecado por todos adorado,
Libertad merecida por todos derruida.

Aquí no reina la paz,
Aquí no reina la muerte.
Dulce dictadura que permanece candente.

Dichosa maldición que me acecha el corazón,
Que me atormenta en la puesta de sol.

Sangre, dolor, y un grito desgarrador.
Querer acabar con el caos
aún sabiendo que ese eres tú.

Un abrazo traicionero,
Que te apuñala,
Que te destroza.

Un amor efímero,
Que se esfuma con la llegada del alba,
Que se acaba con el cantar del gallo mañanero.

Por fin termina.
Esta oscura pesadilla.
Este incauto dolor.

Las yemas de unos dedos aterciopelados acarician mis párpados.
Y una dulce voz,
Tan dulce que amarga,
Me eriza el vello de la espalda.

"Esto aún no ha acabado,
Nos vemos en el siguiente ocaso".

Cartas de socorroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora