Especial San Valentín

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No era la primera vez que se lo preguntaba, de hecho, desde el día en que se entero se le forma aquella duda ¿Cómo se hicieron pareja? No es que Kuroo dudase de las habilidades sociales del megane... No, espera... Lo hace, y es por ello que no logra sacar una explicación.

Para empezar, Tsukishima no es el mejor comunicando sus sentimientos y realmente apesta desde su punto de vista.

Situación A)

-Yamaguchi sal conmigo, no es una petición es una orden.

Situación B)

-¿Eres Gay Yamaguchi? Claro que lo eres, sino ¿Cómo es que serás mi pareja?

Situación C)

Kuroo.exe ha dejado de funcionar.

En fin, Tsukishima no pudo dar el primer paso pues para hacerlo tendría que tirar su orgullo, o al menos es lo que piensa el felino, entonces... ¿Qué hay de Yamaguchi?

Situación A)

-Tsu-tsu-tsukki y-yo... A-ah e-es q-que...

Mil años después y Yamaguchi no termino de decir lo que quiere.

Situación B)

-Me gustas...

-¿Dijiste algo Yamaguchi?

-¡N-no! Solo hablaba conmigo mismo

Por mucho que intente pensar en una situación realista ambos son casos perdidos si se trata de expresar sus sentimientos, lo peor de todo es que por muchas investigación que haga no consigue nada... O eso pensó, hasta que habló con cierto albino de sonrisa sincera.

-¿No sabes quién se confesó primero?- se burlo un poco de la frustración del capitán de Nekoma -Ninguno de ellos dos habla sobre eso, así que es entendible...- Suga dejo salir un suspiro y llevo su hamburguesa a su boca mientras pensaba en que decir.

-¡Eres mi última esperanza Suga-mamá!- lloriqueo el azabache.

El peliblanco sonrió y empezó a hablar...

◼▪◼▪◼▪◼▪◼


El entrenamiento había terminado hacia unos minutos, en la cancha simplemente quedaban cuatro personas y de esas cuatro, dos se dedicaban a guardar las cosas que habían quedado regadas por el lugar, principalmente balones y una que otra botella olvidada. Para la mala suerte de un castaño y rubio, aquel día tuvieron que hacerse cargo del desastre.

Momentos como esos se sumían en el silencio mientras terminaban. Pero aquel día una conservación agradable había brotado desde el comienzo, en varias ocasiones la risa de Yamaguchi sonaba por el lugar e increíblemente y de manera inesperada, Tsukishima en varias ocasiones sonreía de manera sincera.

-Yamaguchi- llamó el rubio mientras le pasaba otro balón. El castaño sólo contestó con un simple "hum" mientras dejaba el balón en su lugar -Vamos a ver una película mañana, la última que ha salido tiene buenas críticas.


-¿Eh?

-Esta bien si no quieres...

-¡Por supuesto que si Tsukki!- sonrió agradecido el castaño.

-Entonces nos veremos en el centro, es más fácil de esa forma además de que podremos pasar a comer algo antes.

▶Kuroo Y El TsukkiYama◀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora