Final

2.9K 292 120
                                    

El día se acercaba a su termino, el cielo nocturno se comenzaba a dejar ver, en medio de ese tranquilo ambiente dos jovenes caminaban por la calle, cada uno con bolsas de compras en la mano. Como era común, el castaño hablaba emocionado mientras el más alto lo escuchaba en silencio con una pequeña sonrisa, por momentos contestaba con un: "Si" "¿En serio?" y otras respuestas cortas, pero eso en ningún momento desanimaba al otro.

―Tsukki, deberías haberlo visto ―comenzó a reír con solo el recuerdo del suceso, por alguna razón, encontraba bastante cómodo el ambiente, deseaba que esos pequeños momentos entre ellos duraran eternamente, si, eran simples y probablemente el tipo de situación más común, pero, para Tadashi era especial.

―... lindo... ―murmuró el rubio mientras observaba las mejillas rojizas del otro.

―Uh, q-qué?

―Que eres lindo, adorable.

―¡Tsukki, estamos en público!

Kei alzó una ceja antes de voltear a ver de lado a lado la desolada calle, ni un alma a la vista. Regresó su mirada a su pareja quien aún se mostraba avergonzado de sus palabras y soltó un suspiro. Si por él fuera, le demostraría a todo el mundo lo enamorado que estaba del castaño y, ante todo, presumir el encantador novio que tenía, era una lástima que Yamaguchi aún se sintiera reacio a ser cariñosos en público, por supuesto, respetaba su decisión y nunca pensó en presionarlo de más.

Lo único que deseaba Tsukishima era poder hacerlo feliz.

El resto del camino tuvo que escuchar las quejas y regaños del pecoso, no le molesto, de nuevo, le parecía tierno la actitud y reía divertido, solo Yamaguchi podía ver esa faceta suya, quién, aún enojado, se sonrojaba fuertemente gracias a la bella risa que el rubio dejaba escapar de sus labios. Era imposible darle una lección si caía fuertemente enamorado de la risa de su pareja.

―Estamos en casa ―el rubio dejó las bolsas en el suelo mientras se acomodaba los zapatos, los segundos pasaron y ninguna respuesta llegó a sus oídos.

―¿No se suponía que Akiteru-nii iba a estar en casa?

―Eso se suponía, a menos que... ― caminó hacía el refrigerador, observó las notas que usualmente dejaba su familia como algún recordatorio de hacer algo o, de comprar algo que necesiten, entre ellas pudo observar una que antes no estaba ahí ―Por lo visto salió con sus amigos, aunque pone que llegará antes que nuestros padres.

Yamaguchi vio como tomó la nota y lo tiró al bote de la basura, comenzó a reír al ver la cara llena de irritación del otro.

―Prepararé la cena ¿quieres algo en especial?

―Lo dejaré a tu gusto.

El castaño asintió y puso manos a la obra, Tsukishima por lo mientras acomodaba las compras. Para ellos era normal esta situación, cuando los padres de Kei salían, usualmente comían con Akiteru si daba la oportunidad, aunque igual a veces cenaban en casa del castaño. Hasta el día de hoy, eso no había cambiado.

Más tarde, después de haber cenado y limpiado los trastes, ambos se encontraban en el sofa viendo una serie que tenían pendiente.

Pasaron algunos capítulos, el suspenso estuvo en el ambiente, por momentos Yamaguchi se quejaba en voz alta y en otros era Tsukishima el que hablaba frustrado. Para cuando terminó el último capítulo, ya era bastante tarde, aún así el castaño debía regresar a su casa que no se encontraba tan lejos por suerte.

▶Kuroo Y El TsukkiYama◀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora