En un mundo donde las relaciones parecen efímeras y frágiles, Luka, un joven azabache de espíritu cohibido, se aferra a su filosofía de vida. "las personas van y vienen, y por más fuerte que sean e intenten romper esa ley simplemente habrá un muro m...
12 de Mayo 2015 9:30 AM Escuela Prescolar de Franciçe Dupoing Patio de la escuela
Dos pequeñas revoltosas se encontraban jugando a las escondidas en aquel gran patio.
Después de una pequeña jornada de juegos, decidieron descansar.
-¿Serás mi amiga en las buenas y en las malas?-preguntó una pequeña azabache parándose frente de aquella pequeña morena.
-¡Si!, ¡Siempre seré tu amiga Marinette!-respondió su querida amiga castaña.
-Prometerlo con el meñique.-Acto seguido aquella pequeña morena mostró su meñique.-Esta bien, está bien-río aquella pequeña morena, y acto seguido entrelazó su meñique con el de la pequeña ojiazul.
-Entonces...¡Está hecho!-gritó la oji carmesí-Marinette seremos mejores amigas-Agarro su mano para después empezar a correr a aquel parque que quedaba a unas cuadras de su escuela, mientras reían, la dos se divertían y para sus madres no había mejor pago que ese, su felicidad.
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-Alya-dijo la azabache-¿Crees que algún día podré ser lo suficiente para que alguien me quiera?-soltó mientras tomaba un puñado de palomitas y lo introducía a su boca.
-¿Me estás diciendo que no te quiero?-preguntó la castaña fingiendo llanto.
¿qué?¡¡NO!!—dijo rápidamente la menor agitando sus manos de un lado a otro— sabes que se que me quieres mucho Alya, ¡no llores! O lo haré yo...D—ijo lo último mientras agitaba sus manos de un lado a otro y sus ojos se iban cristalizando mientras veía a su amiga.
—Marinette no llores...Marinette, Marinette.—Dijo mientras intentaba calmarla.
Bueno, tarde, ya estaba llorando.
Ahh, ¡Mari estoy jugando! Yo lo sé, tranquila! Jajajaja.—La atrajó en un abrazo fuertemente quedando la cabeza de la menor entre su hombro, y empezo a acariciar su cabello.—Claro que habrá alguien que te quiera, incluso más que yo, no te desanimes. A veces lo mejor puede venir cuando menos te lo esperes, y se qué para ti te esperan muchas cosas buenas, solo se paciente y espera un poco más.—Dijo delicadamente mientras acariciaba el cabello de su amiga, mientras esta sollozaba en su hombro.
Marinette solo asintió, y la abrazo más fuerte. No sabe que hubiera sido de ella sin aquella morena. Fue su pilar más fuerte mientras todo se derrumbaba a sus pies.
Si, está bien. Y después de eso, terminaron en una maratón de películas de barbie, como lo hacían desde niñas.
Una noche tranquila, sin tristes pensamientos o llantos por inexplicable tristeza, solo eran risas y llanto de felicidad, esperaba que fuera así siempre.
La mañana había llegado, ya estaban listas para ir a la escuela.
Ahora mismo estaban desayunando pacíficamente después de que Alya básicamente casi le tirara un balde de agua fría a la pequeña azabache por no levantarse.
