En un mundo donde las relaciones parecen efímeras y frágiles, Luka, un joven azabache de espíritu cohibido, se aferra a su filosofía de vida. "las personas van y vienen, y por más fuerte que sean e intenten romper esa ley simplemente habrá un muro m...
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MarinetteDupoing Cheng.
15 años de edad.
Tercer grado de secundaria cursando actualmente en la escuela FrançiseDupoing.
Hija única.
Desde su 1 grado de primaria en aquella escuela nunca había tenido problemas, hasta hace unos pocos meses.
Adrien Agreste.
16 años.
También en tercer grado de secundaria, cursando igualmente en la escuela Françise Dupoing.
Es su primer año en una escuela mixta, y relativamente "publica", ya llevaba casi 8 años de estudio en casa sin haber tenido contacto con alguien que no haya sido su padre, la secretaría de este o su amiga Chloe, quien conoce desde que estaban pequeños.
Y vaya que la vida de estos dos en el instituto se volvió un caos.
Pero todo tuvo un detonante.
Un personaje en específico
Adrien Agreste.
Nuestra querida protagonista fue víctima del llamado relegado, postergado, rechazado y marginado de sus sentimientos, o bueno, más conocido como "el amor no correspondido" ¿qué es? bueno...
El amor no correspondido es un sentimiento humano exacerbado y obsesivo de amor romántico, pseudo-sexual de un sujeto hacia otro y que no es recíproco, aun cuando esa reciprocidad sea profundamente deseada de parte del sujeto que anhela la correspondencia.
Vamos un poco más atrás de aquella historia, el comienzo de todo...
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1 año atrás...
17 de abril del 2019. 8:15 PM
Marinettese encontraba nerviosa e entusiasmada.
¿por qué?
Porque el día de mañana se le declararía a su "amor platónico." Este era ni más ni menos que Adrien Agreste, un chico rubio , rostro perfilado, contextura delgada, amable y muy discreto ante sus cosas. Para ella, todo de él era perfecto, por algo era el chico más amado del instituto, ¿no?
Pero lo que más destacaba de aquel chico tez blanquecina eran sus ojos, esos lindos ojos color prado, que se mezclaban tan bien con el paisaje de la arboleda de Versalles, el lugar favorito de Marinette, que se encuentra a algunos kilómetros de aquella gran ciudad. Pero, dejando eso a un lado. Al parecer el destino ya tenía descrito el futuro de aquel suceso y al parecer era el que su vida iba a dar un giro de 180° grados.
Ella sólo quería que el mayor supiera lo que hacía sentir cada día cuando lo veía, nada más que eso...
Pero, todo salió mal. Quien pensaría que este tema diera tantos vuelcos en la vida de nuestros dos protagonistas.
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[180219/7:00 AM]
En una acogedora y pequeña habitación se encontraba Marinette completamente dormida, y se escuchaban pequeños gritos, para nada fuertes claro.
—Marinette, tienes que levantarte, se te hace tarde!—Exclamó la pequeña kwami, que se encontraba en la habitación. Esta golpeaba levemente las mejillas de su ama.
Sí, los pequeños gritos era de la kwami que yacía con todas sus fuerzas levantar a su poseedora.
—5 minutos más, por favor. — fue la respuesta que consiguió la pequeña kwami de su aún adormilada dueña. La pequeña puso los ojos en blanco y levemente se dedicó a esperar que su querida poseedora le diera la voluntad de levantarse.
Solo dos minutos bastaron para que Marinette reaccionara de una manera algo eufórica.
-Tikki, ¿¡que hora es?!- dijo
Pero a la pequeña kwami no le sorprendió, pues, sabía el porque de la pregunta.
—7:00 AM— contestó la pequeña kwami, viendo como su poseedora abría de manera exagerada sus ojos y salió literalmente brincado de su acolchada cama para que seguido se dirigiera rápidamente hacia la ducha.
-¡Te dije que hicieras lo posible para levantarme!- Aquellas palabras resonaron en toda la habitación.
-¡Y lo hice! solo que andabas tan adormitada que ni siquiera escuchaste lo que dije. Y lo peor de todo, fue que me contestaste "5 minutos más, por favor"- contestó y un pequeño bufido salió de su boca.
Solo se pudo escuchar un pequeño quejido de la ducha.
Vaya que este sería un largo día.
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