Tu lado animal [YoonSeok]

[😺x🐱]

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Suga no tuvo que meditarlo mucho; apenas Namjoon salió de casa, diciendo (con esa vocecita fastidiosa que a veces ponía, como si hablara a un bebé) "—Voy por tu nuevo amiguito, Su~." , tomó la decisión de que, si ese humano se atrevería a traer a otro ser a esa casa, seria bajo sus reglas.

Era culpa de Namjoon, él quería venir a traer a un pulgoso a su casa, así que se atendiera a las consecuencias. El gato no temía a nada, no a ser pesado, no a asustar a aquel gato hasta que le temiera tanto que se tuviera que ir llorando. El podía ser muy, muy malo, y tampoco temía a las peleas por marcar territorio.

Le iría tan mal a ese apestoso.

—Namjoon tonto —con aburrimiento se revolcaba en la alfombra, era real que no tenia muchas ganas de hacer algo, ni las cortinas le atraían, pero seguro era el calor de verano—. ¿Cuando llegará con el apestoso ese? 

Vagamente pensó en si terminaba trayendo una gata. No, Dios no. Las gatas eran peores, tan chillonas y mandonas, pidiendo gatitos y con sus celos que confundían a Suga.

Rodó sus ojos gruñendo ante la idea de convivir con una y no poder escaparse de la paternidad.

Como ultima cosa, también entre sus maldiciones entraba ese veterinario raro, por darle la idea al tonto de su dueño. Nam era tan fácil de corromper por ese hombre, siempre le miraba con cara de enamorado, como esas chicas de los doramas que llamaban "oppa" al actor más lindo. A su dueño solo le faltaba entrar en celo por el y pedir que se lo follara, dándole muchos hijos, como las gatas.

Ugh humanos, tan raros.

Seguía acariciándose contra la alfombra odiando al mundo cuando la puerta de la casa empezó a moverse, el levantó su cabeza viendo eso. Se tensó, el pelo en lomo se erizó y miraba con alerta hacia el lugar, esperando ver a su peludo enemigo.

Y entró. Namjoon traía con cuidado ¡su! jaula de viaje (cosa que le enojó, porque la dejaría apestando), y Suga juró que la única forma de que se la volviera a prestar seria cuando Nam volviera a dejar al esperpento ese a donde fuese que quisiera, basurero, funeraria, pf.

—Hola, Suga —saludó distraído Nam poniendo la jaula en el piso y arrodillándose. Hace un rato ya en el carro escuchó ruiditos de su nueva mascota que le asustaron. Abrió esta y asomó su cabeza viendo la pequeña pelota de pelos en una esquina de ella—. Oh, pequeño...

La notable pose defensiva del gato que observaba la escena se relajó al ver lo que salia de la jaula.

No... no era lo que esperaba.

—Suéltame, suéltame. ¡Mamá! —un gato muy pequeño estaba en manos de Kim, un bebé a ojos de Min que ya pasaba el año. El gatito se afirmó con fuerza a Namjoon enterrando sus uñas y sacandole una maldición.

—Calma, Hope, no te haré daño —decía el humano.

—¡Me quiero ir! —gemía desesperado el gatito de la cinta verde (encantadora, pensó vagamente Suga). 

Por un descuido de Nam se le arrancó y Hope se echó a correr, pero no sabia donde ir, así que fue derecho a ese sofá que tenia un espació libre en la parte de abajo. Cuando iba dar un saltito a el ese gran gato se cruzó. 

Y si, Su antes planeaba asustar al apestoso apenas llegará, pero realmente ahora... no quería eso, se veía demasiado indefenso como para gruñirle, así que solo le miró con curiosidad, gesto que para él pequeño gato le hizo ver bastante imponente (incluso si era muy delgado, Yoongi poseía mucho pelo que le hacia ver esponjoso, ¡no gordito!).

—Hey —maulló hacia el gato intentando calmarle, pero solo consiguió que este soltara un chillido pensando que le iba golpear.

—¡No me pegues, no me pegues! —correteó de nuevo por el lugar hasta que llegó a otro sofá y ahí se metió bajó el y tembló tapando su carita con sus patitas.

Suga se sintió... preocupado, pero se negó a mostrar esto. Estaba horriblemente tentado a ir hacia donde estaba el pequeño y decirle que no le harían nada, que estaba bien todo, pero se recordó que el no quería eso, ¿para que ayudar entonces?. 

Nam le ayudará, pensó, yéndose a su cama que estaba al otro lado de la sala.

—Su, ve a ver a tu amigo —Nam dijo al gato que le ignoró olímpicamente y caminaba con calma.

—Chupala.

El humanó soltó un ruido de cansancio yendo al sillón, le habló un poco a Hobi, intentó sacarle también, pero no hubo caso. Nam terminó yéndose a su cuarto avisándole al gato que tenia una cama hecha a un lado del sofá (el creía bastante en que ellos entendían muy bien). También dejando un poco de leche tibia para Yoongi y Hope, por si le daba hambre.

Pensó que quizás solo debía acostumbrarse, así que se fue a dormir.

Para Hope la noche pasó lenta, primero temía, pero luego se fue calmando y el hambre llegó a su cuerpo. Recordó las palabras del hombre grande y salió un poquito, asomándose a ver que todo estuviera vacío, salió lento y fue al platillo rosa (me gusta el verde, pensó triste), y este tenia deliciosa leche.

Ho amaba la leche.

Bajó su cabeza y lamió un poco, casi gimió de lo delicioso que estaba. Con más ganas comenzó a beber, hasta casi acabar el platillo. Solo faltaba que hubiera lamido todo para dejar este seco.

—Ah~ —lamió sus bigotes gustoso, sentía su pancita muy llena, quería ronronear.

—¿No puedes hacer menos ruido para la otra?

Pero sonó esa voz.

Hope tembló un poquito girándose, no había nadie cerca, pero a los segundos logró localizar al gato blanco desde su cama en la otra esquina de la sala.

—Lo siento... —habló bajito, pero el gato pudo escuchar.

A Suga, sin chillidos ni llanto le sonó muy, muy linda su vocecita. Era tierna, y le hizo sentir incluso algo raro en su panza por la ternura que le produjo.

Se sintió repentinamente incapaz de poder hablarle, y para no quedar como un tonto le dio la espalda y volvió a acostarse.

Hope más calmado le miró con curiosidad, seguía sin estar feliz aun, pero ya no temía tanto. Bostezó y volvió a dormir bajo el sofá.

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¿Les va gustando la historia?~

Ya para el próximo nos ponemos azucarados full~

Y no se cuando la próxima actualización. Había llevado un ritmo de día por medio, pero me voy de nuevo de vacaciones :'c

Besos~