XIX

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Kakashi ANBU

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Kakashi ANBU

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Las marionetas eran hábiles había que reconocerlo. Eran rápidas en movimiento y sus múltiples articulaciones les permitían adquirir nuevas posiciones y contratacar los golpes con velocidad, sin embargo tenían un defecto. Eran horriblemente débiles. Un par de patadas y otro gancho a su parte abdominal y quedaban inservibles.

Me ocupe de ellas con simple taijutsu (a pesar de todo, tenía que agradecerle a Gai y a sus incontables encuentros). Sin los niños me movía con mayor facilidad, era un asesino libre.

Terminé con las primera docena. Pisé los restos de madera y crujieron a mi paso. Miré al frente, empuñe mi sable en dirección a DobleT

—Es interesante verte de nuevo, Lobo. — Habló prendiendo con tranquilidad su puro. El resto de marionetas se removió tras de él.

—Acabemos con esto.

Tras una mueca con la cara (DobleT odiaba ser desafiado), mandó al ataque una treintena de marionetas más. Me rodearon imposibilitando mi visión del resto del campo de batalla. Estaba tranquilo de que DobleT no atacaría desde algún punto ciego, él podía ser extremadamente cumplido con sus palabras y si en el pergamino decía que primero me atacarían las marionetas, así sería.

Y sé que si acababa con esos muñecos de madera, me enfrentaría contra él… realmente estaba esperando eso.

Esquivar.

Defender.

Golpear.

Arriba, abajo y golpe en la cara.

Contrataque.

Comienzo a adquirir un ritmo en mis ataques hasta que algo me detiene.

¿Me detiene?

Me golpean. Doy vueltas en el piso y quedo empolvado. Solo ha sido un mal segundo, me levanto y limpió con mi puño mi rostro. ¿Hay sangre?

Una línea delgada de sangre cruza desde mi mejilla izquierda cruzando por mis labios hasta el lóbulo de mi oreja derecha.

Hilos de chakra.

DobleT me miró con sorna.

Tomé mi sable del suelo, tres marionetas se lanzaron a mi ataque.

Esquivé el golpe de una bajando mi cuerpo y destruí a la segunda de una sola patada. La tercera marioneta se dirigía a mí produciendo ese horrible sonido al chocar su mandíbula. Mitigué su ataque con mi puño y con un golpe en el cuello la lanzé lejos.

La primera marioneta que se me había lanzado golpeó mi costado izquierdo con chakra produciéndome algunos daños. Eso no sería suficiente, al menos no para mí.

Tres niños y un ANBU || Equipo 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora