XII

4.9K 563 174
                                    

Creditos del fanart a quien corresponda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Creditos del fanart a quien corresponda

🌸🌸🌸

Cuando un ninja es ingresado al cuerpo de élite ANBU recibe muchas opiniones.

Los padres siempre están orgullosos, el ver a su hijo/a crecer tanto e integrar un grupo de ninjas conformado por los mejores entre los mejores. El sensei se siente completamente satisfecho con su trabajo, pues su discípulo ha alcanzado uno de los mayores rangos. El hokage en turno siempre da las típicas recomendaciones y los halagos diplomáticos.

Los amigos (los pocos que logran enterarse de tu hazaña) se emocionan y festejan contigo, incluso algunos otros te miran con recelo o envidia. Algunos miembros ANBU del cuartel con mayor antigüedad, suelen intimidar a los de nuevo ingreso para "depurar y dejar a los más fuertes".

O algo así me han contado…

Mis padres no estaban conmigo como para darme un buen abrazo de felicitación, incluso pienso que se hubieran molestado con mi ingreso al cuerpo élite. Minato sensei me miraba con orgullo pero podía sentir culpabilidad entre sus ojos, incluso Sandaime sama me miraba con ¿lástima? Mientras me dictaba las nuevas órdenes. Por alguna razón los pocos ANBU que me encontraba mientras recorría la zona del cuartel siempre se tensaban y evadían mi persona mientras los oía susurrar algo como "peligrosa aura".

Y ni hablar de los amigos. Suficiente tenía con el ruidoso de Gai preocupándose todo el tiempo por mí con sus exageradas preguntas y recomendaciones.

—Cuando uno es ninja — me decía — uno se vuelve un tanto nervioso con nuestros sentidos alerta todo el tiempo. ¡Pero cuando uno es ANBU! Eso, eso ciertamente es la perdición del hombre.

Y precisamente hoy recordaba sus palabras.

Habíamos llegado al festival de nuevo, ya era de noche y la multitud se había duplicado. Toda la aldea estaba presente en las calles y aldeas vecinas fueron invitadas a un encuentro multicultural, así que las personas abundaban.

Nos encontrábamos viendo un espectáculo de mimos. Los niños estaban sentados a lado mío y reían de las ocurrencias de los "mudos" como los llamaba Naruto.

Los veía, sonreían. Sin embargo, una extraña sensación ponía a mis sentidos en punta. Me sentía observado, como si varios pares de ojos entre la multitud se dedicaran solamente en mirarnos a lo lejos.

Me topé con otros compañeros ANBU infiltrados en el evento con el fin de salvaguardar la seguridad y me comentaron que ellos no notaban algo extraño.

Entonces, definitivamente era cosa mía. ANBU me estaba volviendo loco, tal vez, tal vez la idea de dejarlo ya no suena tan mal…

Sin embargo esa sensación no se alejaba, y mi preocupación no era que me atacaran a mí, sino a ellos.

Tres niños y un ANBU || Equipo 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora