Más oscuro antes del amanecer (traducción)

Capítulo 3: Ibiki-sensei

Ocho días habían pasado desde el funeral de Kizashi y Mebuki.

Sakura estaba sentada en su sala de estar, mordisqueando un dango que Anko le había dado.

Felizmente, y leyendo un libro sobre control de chakra. Estaba captando el concepto extremadamente rápido para su edad, especialmente desde que memorizó los sellos manuales para jutsus simples como el bunshin. Sakura también había mejorado sus habilidades gramaticales, ahora capaz de enunciar completamente sus r's y l's. 

Ella puso su dedo en su barbilla.

"Me pregunto cuál es mi afinidad con los chakras ..."

Ella saltó del sofá y caminó hasta la habitación de sus padres. Abrió uno de los cajones y sacó un trozo de papel de chakra. 
Poniendo el papel de chakra entre sus manos, se concentró en moldear el chakra en sus palmas ... y se detuvo cuando se convirtió en suciedad, luego se licuó.

"Tierra y agua."

Sakura regresó a la sala de estar, recogió algunos libros del piso y salió de la casa.

Ibiki Morino se sentó en una rama alta de un árbol, mirando a una carpeta con los ojos entrecerrados ... Estaba a cargo de la investigación de los Haruno. ¿El ninja desaparecido que mató a los dos? Pudo haber sido cualquiera. La única ventaja real que tenían era encontrar un ninja Takigakure, pero el conjunto de habilidades de ese hombre en particular estaba más allá de él. Suspiró y se frotó los ojos. Esto no estaba llegando a ninguna parte.

"¡Lo hice!"

Ibiki se puso de pie y se deslizó entre los árboles hacia la voz. Se detuvo a unos cuatrocientos metros al sudoeste y miró con curiosidad la fuente. Una niña. Con cabello rosado . Soltó un bufido y estaba a punto de regresar hasta ...

"Mono ... rata ... tigre ..."

Concentró toda su atención en la niña. ¡No podría hacer ese jutsu!

"Dragón ... caballo ... dragón! Suiton: ¡Ja no Kuchi!"

Una columna de agua apareció desde el suelo, casi a seis metros de altura y se estrelló contra varios árboles antes de desaparecer. La niña se dejó caer con un feliz suspiro y comenzó a leer uno de los libros que traía consigo. Ibiki parpadeó con incredulidad.

"Niñita."

Ella levantó la vista y sonrió.

"Hai, señor?"

"¿Cuantos años tienes?" él cuestionó. Su sonrisa se hizo más amplia cuando levantó una mano.

"¡Soy Sakura Haruno y tengo cinco años!"

Ibiki parpadeó de nuevo. Haruno? Reabrió su archivo y escaneó la información. Sakura Haruno. Hija de los fallecidos Mebuki y Kizashi Haruno.
 El interrogador número uno de Konoha saltó y se agachó frente al niño.

"¿Dónde aprendiste un jutsu como ese?" preguntó Ibiki. Sakura cerró su libro y le mostró la cubierta. " Dinámica de los Jutsu agua" , leyó. Ella continuó leyendo mientras Ibiki entraba en un estado de pensamiento profundo. Una niña de cinco años capaz de realizar esta técnica de rango C era obviamente un prodigio. Tal vez uno para rivalizar con Itachi Uchiha . Él sonrió.

"¿Y has estado haciendo todo esto por ti misma? ¿Sin ayuda? Ni siquiera desde ... ¿tus padres?"

La roseta bajó la mirada por un momento y luego volvió a mirar al hombre. La sonrisa nunca había desaparecido de su rostro.

"Papá y mamá se fueron hace más de una semana, así que me cuido sola ahora. Decidí ser un shinobi como papá y mamá, así que aprendo de Jutsus de los libros en la biblioteca de papá. No quiero molestar a nadie pidiéndoles que me enseñen, entonces lo hago yo misma ". Ella explicó. Ibiki estudió a Sakura un poco más, con un extraño brillo en sus ojos.

La niña era joven, tenía una gran ética de trabajo, una inteligencia impresionante ...

"Los niños como tú no se encuentran en todas las generaciones". dijo Ibiki, mientras alcanzaba el otro libro que la niña traía consigo y hojeaba las páginas, "Y te importa mucho tus modales, no como otros de tu edad que son mocosos que no saben qué hacer con ellos mismos. Te ofrezco una propuesta. Como tu tienes el potencial, yo, Ibiki Morino, me gustaría convertirme en tu maestro ".

Sakura tomó sus dos libros y sonrió.

"No, gracias, Morino-san".

Y ella se alejó. Ibiki miró el área ahora vacía ante la pérdida de palabras.

'¿Ella ... ella solo ...?'

Echó la cabeza hacia atrás y se rió.

Sakura estaba de vuelta en su casa encima de un taburete, guardando cuidadosamente los libros. Ella no pudo evitar soltar otra risita.

Alguien toco la puerta.

La chica saltó, trotó hacia la puerta y saludó a la persona con una amplia sonrisa.

"Hola de nuevo, Morino-san!"