7/6/2014
Empezaste a salir con otra. Ella era alta, rubia, y con los ojos color miel. ¡Era preciosa! Delgada, con estilo, aunque con notas suficientes como para no quedarse atrás... Yo creí que era un montaje,que erais unos de esos que están por la popularidad, que tú lo hacías por ella. Pero no era así.
Ella hablaba con sus amigas y decía:
-Fue muy románico, se presentó en mi casa con una rosa y un poema, fue precioso. ¡Quiero estar el resto de mi vida con él, quiero que sea mi príncipe!
Al salir de clase os veía juntos. Tú le acompañabas de la mano hasta casa, e infinitas fueron las tardes que os vi a través de mi ventana. Sentados en la hierba, tú con tu bloc sobre las piernas y el lápiz en la izquierda, ya que eres zurdo, estabas frente a ella, y dibujabas sus perfectas facciones, pintando el retrato en blanco y negro posteriormente.
Os observaba en mi tiempo libre, por muy acosador que suene. A decir verdad, érais perfectos. Al despediros, gritabas que ella era tu chica, gritabas te quiero para ella, y ella lo susurraba en sus labios.
Os abrazábais y ella se iba.
Más de quinientas la vi a ella con tu sudadera. En clase, en la calle... Y yo sentía un pinchazo en el corazón, como si me clavaran una bala. Siempre quise averiguar tu olor, pero era suyo. Nunca será mío.
Y, recuerdo una tarde que ella salió hecha unos zorros de tu casa. Entonces sí que llore. Entonces aprendí lo que era sufrir por amor. Y esa, fue la primera de muchas veces que intenté olvidarte.
Lo guardé todo en un cajón, no quise romper nada por si me arrepentía.
Todas las cartas que escribí, la caja decorada... todo.
Obviamente, escribí sobre todo esto, pero cuando cortaste con ella. En ese momento me volví a proponer olvidarte.
Cosa que no ocurrió. Pero no sabía si lo conseguiría, por eso lo intenté hasta que vi que era completamente imposible.
Y recuerdo que fue ella la que cortó diciendo que te quería, pero que no podía vivir con alguien tan empalagoso.
Fue una gran época para la caja, tuvo mucha decoración nueva, y muchos sentimientos nuevos guardados.
No sé cómo pude soportar tanto dolor, me estaba muriendo por dentro, en los descansos me escondía más que nunca y me costaba un mundo contener las lágrimas, pero, lo conseguía porque a pesar de todo, era fuerte. No podía llorar por alguien como tú, no allí. Gastaba mis lágrimas en casa, haciendo que el dolor saliera todo de una vez, para ver si así salías tú también, pero no funcionaba... Y no sé por qué, no me importó.
"Es la segunda vez que reescribo esta carta, las otras hojas acabaron llenas de lágrimas, parecían pañuelos pero sin mocos.
Se nota a la legua que no sabes lo que es sufrir por alguien, que siempre has tenido a quien has querido y cuando todo ha acabado has ido a por otra. La ruptura con ella no te ha afectado lo más mínimo, solo buscas a tu próxima víctima, buscas a la próxima chica que estará dentro de ti, a la próxima que te tirarás. Porque eres como todos. No podías ser una maldita excepción, ¿no? Sois todos iguales... Pero el mundo real no es tan fácil como tú te piensas, ¿sabes? Todos sufrimos por amor a lo largo de nuestra vida, y millones de veces, y es realmente duro. Y todo lo que no sufres ahora, lo sufrirás algún día. Algún día, te arrepentirás de lo que has hecho y acabarás solo.
"Y sufrir por ese amor imposible,
realmente no merece la pena,
que es simplemente inaccesible...."
Yo no puedo luchar más por ti, tu felicidad con ellla, las tardes en el parque y las noches locas que tuvisteis... me frenan completamente a quererte más. Son insuperables para mí, pero ella no lo sentía, y yo llevo ya casi dos años sintiéndolo, y pasas de mí. Tú no sabes lo que es dormirse llorando, soñar con esa persona y despertarse llorando, sabiendo que lo que has soñado no será realidad, pensar en eso el resto del día y quedarte con las ganas de llorar para repetir la rutina día a día. Yo llevo así tres malditos meses...
Odio esto, te odio a ti, eres insoportablemente irresistible, y no puedo alejarme de ti ni de lo que siento, eso es lo que más me duele, que no te puedo olvidar. Que no puedo dejar de sentir esto que tanto daño me hace por dentro, esto que puede conmigo, que hace que quiera llorar a todas horas...
Ojalá entiendas que lo estoy pasando mal, que estoy pasando por la peor época de mi vida gracias a ti... eres la peor persona que conozco, pero eres el que está en mi corazón, y aunque la puerta está abierta, algo hace que estos sentimientos no se vayan, algo hace que estén ahí, que me hagan pensar en ti todo el rato, que me hagan pensar en todo esto... que no puedo vivir sin ti, a pesar del daño que me haces sin darte cuenta. Eres horrible. Eres perfecto. Ojalá te vayas pronto de mi corazón porque no te quiero más en mi vida, no quiero sufrir más por alguien que ni siquiera sabe lo que siento... vete, vete ya de mi cabeza, no puedo más... No, tengo que resistir las lágrimas, no puedo mojar otra hoja más por la rabia.
Dejé de reescribir hace rato, para poder desahogarme libremente.
Ojalá supieses que el amor verdadero no se olvida, que por más que luche po ello, no se va lo que siento por ti, no te puedo quitar de mi vida, y por muchos chicos que conozco, ninguno te sustituye y no lo entiendo. No puedo superar esto, no puedo contigo aquí, no puedo soportar este dolor...
Espero que algún día te des cuenta de lo que haces sin realmente saberlo y pueda librarme de ti. Ojalá, eso se quedará siempre en ojalá...
Con odio,
la chica que no te olvida"
El sufrimiento podía conmigo, eras lo peor que me había pasado, mi peor pesadilla, aunque mi mejor sueño. Lo peor es que existías.
Pero supongo que nunca lo entenderás. Supongo que siempre fuiste un superficial al que yo amaba por encima de todo...
Un superficial que me hacía más daño que una bala, más que una puñalada por la espalda, más que cualquier daño físico.
Si lo de dentro es lo que importa, es lo que duele por dentro lo que realmente mata. Y eso lo experimenté sin quererlo... Pero sé que algún día sufrirás lo mismo o más de lo que yo he sufrido.
Algún día.
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Corazón empapelado
Teen Fiction¿Yo? Yo solo soy una tonta enamorada de un chico que no me hace caso. Supongo que no merece la pena estar así, pero he intentado olvidarle de todos los modos posibles y, tras tres años, aquí sigo. Ese chico, me tiene tonta. Profundamente enamorada...