Al cerrar mis ojos

Cambios...

Anoche me había costado dormir, mi cabeza no paraba de pensar, quería hacer algo, quería cambiar las cosas, las situaciones. Quería ser otra persona, y esta mañana me levanté decidida a empezar una nueva etapa de mi vida, realizar CAMBIOS, era hora de cambiarme a mi misma y no ser la misma tonta que se dejaba humillar.

Al salir de la casa noté lo hermoso que estaba el día, cosa que nunca me importó pues todo era gris para mí. Estaba cansada ya de que todo me afectara tanto, de que siempre diera lo mejor de mi cuando los demás solo me daban mierdas, desde ahora mi corazón no será mas blando, no imaginaba cuanto tiempo ni decepciones tenia que pasar pero lo lograría, lograría cambiar mi corazón y parecer la persona mas fría del mundo, todos me iban a valer verga. NADIE VOLVERÁ A HUMILLARME.

No seria mas blanda, no ayudaría a mas nadie, evitaría sentir algún tipo de afecto por otra persona, no confiaría en nadie, me obligaría a que mi alma no sintiera absolutamente nada por nadie y menos por aquellas personas que tanto daño me hicieron, solo les deseaba que el KARMA les llegara rápido, así pagarían por todo el mal que han hecho.

- A la mierda todo, a la mierda todos.... (Fue lo que dije en mi mente)

Nadie me hará cambiar de opinión, seré imparable, ahora serán ellos los que verán cuán mala puedo ser, nadie tendrá el privilegio de ser querido por mi, ese sentimiento desapareció de mi corazón, o de lo poco que queda de ese corazón que una vez estuvo tan lleno de bondad y cariño, pero que ahora ya no será así.

Salir de mi casa hizo que mi mente se despejara, hizo que formara un plan para cambiar, y estoy segura que me llevará tiempo dejar de ser lo que soy hoy pero lo lograré, creeré en mí como nunca nadie lo ha hecho, no más lágrimas, intentaré ser lo más fuerte que pueda. Viviré como yo quiera.

Tienes que llegar al límite para sentirte segura de hacer cambios en tu vida, de decir YA BASTA, de dejar en lo profundo de tu ser esos sentimientos que te hacen vulnerable, dejar de ser ingenua y madurar, empezar a abrir tus ojos para ver la realidad de las cosas, para ver la falsedad e hipocresías de las personas, tienes que llegar al limite para poner un muro enorme y gigante, que te proteja de todo aquello que te hizo mal, que evita sentir algo de afecto por alguien más, que no dejará que vuelvas a sufrir.

Desde hoy empezaría mi cambio, al llegar a casa fui directo a mi habitación,  busque en mi armario una tijera, esta vez no era para cortar mi piel, al conseguirla fui al baño y me encerré con seguro, dividí mi cabello en dos partes, con la tijera en manos agarre el mechón izquierdo y comencé a cortarlo, una que otra lágrima salía de mis ojos, ¿por qué? Porque estaba consiente de que había llegado al límite para hacer eso.