9. Margarito el gallo

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Y en ese momento, Stiles sintió el verdadero terror.

Nunca había visto un gallo tan grande en su vida. ¡Y el maldito no dejaba de seguirle!

-¡Atrás gallonás!- ordenó Stiles, intentando alejar al gallo.

-KIKIRIKIIIIII.

-¡Atrás dije!- y Stiles le pegó un codazo.

-¡Stiles!- el gallo empezó a hablar. -¡Despierta!- y tenía la voz de Thomas.

-¡AAHH el gallo me va comer!- lloriqueó Stiles, pegando más codazos.

-¡Stiles despierta!- y ahora el gallo tenía la voz de Dylan. -¡Vamos Stiles!

-¡LOS GALLOS VAN A DOMINAR EL MUNDO!- despertó Stiles, sentándose en la cama de golpe. Volteó a ver a Dylan y Thomas, quienes lo miraban feo.

-¿Era necesario pegarle tantos codazos a un gallo?- pregunta Dylan encogido.

-¿Por qué?- preguntó Stiles. Vio donde estaban las manos de Dylan y lo comprendió. -Oh.

-Jamas había sentido tanto dolor.- lloriqueó Dylan, cubriéndose más la entrepierna. -Excepto cuando Morgan Freeman me golpeó. Eso sí dolió.

-Vamos Stiles. Hay que hacer el almuerzo.- dice Thomas levantándose.

-Pase libre para que hagas un desastre en la cocina.- susurra Dylan en la oreja de Stiles, Stiles se voltea y le guiña un ojo a Dylan.

-No Stiles.- escuchan la voz de Thomas afuera de la habitación. -No es pase libre para hacer un desastre en la cocina.

-Papi Tommy me da miedo con su oído supersónico.- susurra Stiles.

-Con el tiempo te acostumbras.- responde Dylan encogiéndose de hombros.

Stiles se levanta de la cama y sigue a Thomas a la cocina. Estando ahí, utiliza una silla para lograr subirse al mueble de cocina y sentarse para ver a Thomas cocinar, algo que, siendo sincero, le encanta desde pequeño.

-¿Y qué piensas?- pregunta Thomas concentrado en lo que hace pero sintiendo la presencia de Stiles a su espalda.

-Que tenemos que devolver el pelo del chimpancé hablante.- responde Stiles asintiendo.

-Sabes que no me refiero a eso Stiles.- dice sonriente Thomas.

-¿Entonces de qué?- pregunta Stiles. Piensa un poco y luego habla. -¡Ah! del bebé.- se encoge de hombros. Desde su momento de casi crisis existencial en el carro, no pensó mucho en el bebé, más que ya quería que estuviera ahí. -Pues meh.- le resta importancia con un gesto de manos. -Chido, ¿no?

-¿Hablaste con el tío Miguel?- pregunta Thomas al escuchar la última palabra.

-Un poco.- responde divertido. -Y... ¿cuando va venir?- pregunta.

-Pues depende Stiles. Tal vez tarde siete u ocho meses más.- responde Thomas.

-¿Por qué tanto?- pregunta con un leve lloriqueo. Stiles nunca había sido un niño caprichoso, era feliz con lo que tenía y nunca lloraba o deseaba algo con fuerza. Pero paciente no era una de sus cualidades, así que el capricho de tener al bebé y el tiempo que tenía que esperar era mucho para Stiles.

-Porque tiene que crecer para poder estar listo para este mundo.- explica Thomas divertido por la impaciencia de Stiles. -¿Sabes?- dice. -No terminamos de ver las fotos de tu álbum.- habla Thomas. Voltea hacia Stiles y este asiente feliz, se baja del mueble y se va a la sala para buscar el álbum. Regresa con el álbum y se vuelve a subir, con el libro abierto en sus piernas.

Sobreviviendo a la paternidad con Dylmas [M-Preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora