Capítulo 7: ¿Puedes pelear?

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Shelly todavía podía sentir la suavidad del pelaje de Liam, miraba su mano con una sonrisa tonta en su rostro. Jamás había tocado a un cambiante en su forma animal, pero eso era lo más suave que podría haber sentido.

Ni siquiera el pelaje del Señor Bigotes se le asemejaba.

Y eso que Liam también era un gato... Más grande, malo y peligroso que el dulce minino que dormía en su árbol artificial en la cabaña.

— ¿Cómo va tu entrenamiento?

— ¡Santo cielo! —Se sobresaltó— Qué susto me diste.

Jake se encogió de hombros y se sentó en la cama a su lado.

—Ni que fuera el monstruo de Notre Dame.

Shelly quitó su vista de su mano sensibilizada y la dirigió hacia su hermano. Su labio estaba partido en un extremo y tenía un moretón en el pómulo derecho.

—Jake... ¿Qué pasó?

—Entrenamiento de combate — desvió su mirada—. Connor dijo que era necesario aprender a pelear en caso de tener que enfrentar un ataque.

Sintió un nudo de rabia apretar su estómago, Connor le agradaba, pero no era necesario lastimar a Jake de esa manera.

— ¿Tenía que lastimarte? —preguntó indignada.

—Esto no es nada, solo un par de golpes que no pude esquivar, estoy bien Shelly, pero me preocupas tú.

Jake tomó su mano y borró la antigua sensación para reemplazarla con su calidez.

Se sintió extrañada, porque sabía que Liam no volvería a dejar que lo tocara.

—El entrenamiento es igual para todos —dijo con preocupación—. Pero no quiero que te lastimen.

— ¿Y a ti si te pueden herir? —sonó ofendida—. Eso es estúpido, jamás podré demostrar mi fuerza si ni siquiera tú puedes verme como alguien fuerte.

—Eres fuerte, lo sé, pero mi necesidad de cuidarte es más grande.

Ella soltó su mano y se puso de pie, la frustración corroía su interior, y el enojo convertía su sangre en fuego.

—Jake, puedo defenderme — respondió entre dientes—. Necesito que me dejes ser lo que debo ser.

—Somos humanos Shelly —dijo con resignación—. Por más que lo intentemos no podremos estar a su altura.

Volteó a verlo, había preocupación en cada tramo de su rostro, Shelly podía entenderlo, pero de ninguna manera iba a aceptar que su hermano creyera que eran criaturas débiles solo porque no tenían un animal con súper sentidos en el interior.

—Somos más que humanos, Jake, no somos inferiores.

Tomando su abrigo, salió de la cabaña y se subió a la motocicleta adaptada a la nieve que estaba en la casilla detrás. Arrancó el motor, y se dirigió por el sendero marcado que usaban para llegar a la carretera.

La redención de Liam [Serie Ice Daggers 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora