Una mujer de entre 35 y 40 años se levantaba de su cama escuchando el el tronar del aceite en el sartén y el delicioso aroma del arroz cocido proveniente de la cocina, aún era temprano, y además era domingo un día en el que, aunque trabajaba por algunos Yens extras tomaba las cosas con más calma.
- TenTen, que haces en la cocina tan temprano. - dijo la mujer.
- Buenos días mamá, preparo de comer, deje tu porción en ese recipiente, iba a ponerlo en el refrigerador, pero aún está caliente si deseas desayunarlo. - respondió la joven sin apartar la mirada del sartén,
- Creí que no se te debe la cocina.
- No me gusta la cocina, pero he aprendido un poco. - continúo con su tono serio.
La mujer, se sentó y vio el plato frente a ella, se veía bastante bien y por el aroma seguramente también tenia un buen sabor, al comerlo noto que aparte de faltarle solo un poco de sal al arroz todo estaba delicioso, luego volvió a ver a su hija, su querida TenTen, tan decidida y madura, desde que ambas se habían quedado solas la señora Ama había hecho todo por conseguir su ascenso en el trabajo y laborando diariamente para que no les faltara nunca nada, pero a veces se preguntaba si había sido demasiado distante con su pequeñita, ya era toda una mujercita y sin embargo sonreía con menos frecuencia de la que le gustaría admitir, siempre tan sola...estaba segura de que no tenía a novios o amigos pues su único objetivo desde la infancia había sido esa beca para entrar a la universidad y seguir los pasos de la famosa Tsunade.
La trigueña apago la lumbre y empezó a vaciar porciones de comida de las dos ollas en otros recipientes de tapa y empacarlos en un paño junto con unos palillos desechables cosa que extraño a su madre pues, ¿para que empacaría TenTen un lunch en domingo?
- ¿iras a algún lado?
- Sí, hay alguien que debo un favor y esta es mi compensación. - afirmo poco entusiasta para aparentar tranquilidad, pero la madre vio que su hija estaba un poquito más arreglada de lo que solía estarlo.
- ¿Y ese muchacho es guapo?
- No, más bien él...¡¿Cómo sabes que es un chico?
- No nací ayer. ¿Qué hay de la escuela primero lo chicos después?
- No es lo que piensas, el solo me va a ayudar precisamente con mi beca.
- ¿Y desde cuanto la "invencible Tenten" pide ayuda?
Ante esto TenTen suspiro pesadamente antes de responder.
- Desde que descubrí que es mucho más hábil que yo.
- Suenas como una fangirl TenTen.
- Esa es la idea.
- ¿mmmh?
- Nada, estoy pensando en voz alta.
......
- Entonces ¡¿Piensas decirnos o quieres seguir con esas cubetas?!- reclamó enfadada la anciana Chiyo sentada en el bode de la casa al cejudo que cargaba con lolor dos enormes cubetas metálicas llenas de agua con las manos extendidas.
- Ya le he dicho la verdad, ¿por qué me trata sí?
- Porque sigues mintiéndome. - le gritó.
- Quizá dice la verdad sensei. – le calmó Sakura que se encontraba un poco mas al fondo de la casa moliendo algunas plantas secas mientras veía de reojo un libro de medicina naturista, para ser honesta Sakura apreciaba a Lee como amigo y conocía desde hace mucho de lo que era capaz como artista marcial, también estaba acostumbrada a contemplar lo severos que eran todos los senseis con el joven en su afán de convertirlo en un digno heredero del Dojo, pero para ella darle más atención de la que le mostraba con sus "Buenos días Lee" y "con permiso" era arriesgarse a escuchar otra declaración del cejón que, francamente ya estaba harta de rechazar, ¿Cómo es que no entendía que solo tenía ojos para Sasuke? Pero esta vez se sitió obligada a decir su opinión pues la anciana Chiyo, su maestra, había estado desde el día anterior más empeñada en sacarle confesiones al joven que en la clase que se supone debía darle.
ESTÁS LEYENDO
Un Dulce Idiota
FanfictionTenten es una alumna centrada y muy dedicada a la escuela, principalmente al club de Karate con el cual planea obtener una Beca Universitaria. Tanto trabajo duro poco o nada de tiempo le han dejado para hacer suficientes amigos y menos aún un no...