Katze

Eternidad.

Ya perdí la cuenta de mis días, para mi todo era gris, desolado y lleno de falsedad, por que de eso están hechos los humanos, ignorancia, hipocresía, maldad, sufrimiento y ocultando todo lo que está mal.

Yo recordaba mientras mi caminar era apurado y nervioso, como era la tierra mucho antes. Tuve la oportunidad de verla llena de vida y con animales que son mejores que los humanos.

Pero, hay humanos que son bestias y muy diferentes a los demás, pero dejando de lado los mataderos y los circos, eh.

Mis lazos me enseñaron a como ser uno diferente del resto, realmente lo soy pero solo por mi medallón y una gran responsabilidad. Pero no me creía un ser tan poderoso, apenas aprovechaba mis poderes para actos egoístas, en mis momentos malos y tensos.

Sólo soy un humano diferente y con un toque antiguo, literal.
Mi libreta estaba llena de dibujos realistas a lápiz de un chico de 20 años que aparenta ser, con un cabello sumamente largo de color plateado como el brillo del filo de la muerte y ojos oscuros con profundidades sin limites que al final hay un cajón con miles de secretos ocultos.
Este chico no deja de vagear por mi mente extensa y aburrida desde que me puse el medallón, su tímida y asustadiza sonrisa enamoraria a uno de gran corazón, pero podia engañar fácilmente.

Con la mente en cualquier lugar donde pueda imaginar, un estruendo me alerta tarde dándome cuenta de que habia chocado con alguien y mi libreta se había caido.

Esa voz suave y melodiosa, llena mis oidos rogando perdón por su estupidez, recogiendo mi libreta y con un sonrojo leve cubriendo sus mejillas blancas, sus ojos se posan en mi mirándome con vergüenza y esperando lo peor de mi reacción, con solo admirarlo el tiempo se detiene para mi y deja que este momento siga hasta que yo lo detenga.

Recuerdos posibles pasan por mi mente mirando esos ojos oscuros, ese chico de cabellos largos logró salir de un trance que me tenia loco, volviéndome peor en sinónimo de locura literalmente.

Voces en mi cabeza llenan ese vacio en mi, mi corazón sabe que ya es momento de tomarlo y hacer lo que tanto algo que no tiene nombre, deseó para mi.

Fijándome en su caminar alegre y confiado a mi lado, me pone de buen humor. Soy alguien "Exclusivo" por que claramente era yo él que solo lo escuchaba. Hay dichos que el tiempo no espera a nadie, pero cuando el tiempo se enamora, ahí si puede esperar una eternidad.