Madness. [Editado]

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— Mi nombre es Isaac, tengo 13 años y está es mi pequeña historia.—Comenzó a hablar Isaac, sentado en su silla y con todos a su alrededor prestándole atención.

~ Mis padres dicen que soy especial por ser bonito.

~ Me cuidan y me dan amor como todo niño debe tener, me alimentan, me bañan y me cantan mis canciones favoritas a la noche antes de ir a dormir.

"Los ojos se Isaac se cristalizaron y varias lágrimas escaparon, aún que él no pararía ahora, no aún."

~ Luego cuando se van de mi habitación siempre dejan un beso en mi frente lleno de amor.

~ Un día fue fatal, la casa se incendió.

"Su voz se quebró."

~ Mi rostro ardía muchísimo, no podia ver nada, solamente oía los gritos desgarradores de mis padres y junto los míos.

"Todo se volvió oscuro."

"Había quedado en coma 5 días."

~ Todavía no podía ver nada, pero mi rostro se sentía mejor y no sentía ardor.

"Isaac sonrió recordando unos pocos momentos y soltó una risa llena de dolor continuando."

 ~ Feliz de despertar, quería al menos hablar con mis padres, pero los médicos me dijeron que no resistieron y murieron al instante.

~ Triste por la noticia, había quedado en el hospital y no hacia nada, solamente respirar, me sentía sólo y lo estaba.

"Días después."

~ Quitaron las vendas de mi rostro, los médicos me miraban preocupados y hablaban en murmullos, yo solamente los oía.

~ Tenían miedo de mi reacción de como había quedado mi rostro.

~ Yo simplemente me negué, no queria que se pusieran mal y no quería su lástima.

"Meses después."

~ Me fui a vivir con mi tía de parte de mi padre.

~ Vivía en el mismísimo infierno, todos los días insultos de lo feo que era y que ojalá hubiera muerto en el incendio.

~ Los días de escuela eran horribles, se alejaban de mi asiento y me miraban con asco.

~ La profesora ni siquiera se limitó a decir que me sentía mal y se callarán.
Pero seguían.

~ Exploté.

~ Años de sufrimiento y dolor, con 16 años, había explotado de enojo.
 
~ Mi rostro apenas había cambiado, pero seguía horrible.

~ Mis puños sangraban y mi respiración estaba alterada.

~ Mi tía me empezó a llamar loco, lunático, enfermo.

~ Me llevó a un psicólogo, estaba terriblemente mal y estaba rebelde.

'Madness.'

~ Me llevaron a un manicomio, con 18 años, me había vuelto un lunático.

~ Me encerraron en esas 4 paredes.

"Blancas y sin color llamativo alguno."

~ Me decían que estaba enfermo.

~ Me decían que estaba loco.

~ Me decían cosas que yo mismo me hacia la cabeza.

"Pero en realidad..."

— Era solamente un niño con inocencia pérdida y destruido.—Sonrió con tristeza el hombre dónde estaba sentado en aquella silla dónde le traían recuerdos de su infancia.

"Fin."

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