Oh mi pequeño Akin, cada día vas floreciendo tan rápido. Desearía haber estado ahí en tu cumpleaños. Ya tengo pensado tu regalo, pero será sorpresa, sé que no te gustan... ¡Lo sé! Pero volveré mi amor.
Akin leía una y otra vez la carta que Raymond le había dejado en la pequeña mesa del living, sin olvidarse de unas maravillosas orquídeas que eran sus favoritas.
Akin lloró y lloró. ¿De la felicidad? ¿Tristeza? ¿Agonía? No sabia, pero todo lo que sentía, ese remolino de emociones lo liberaba en lágrimas.
Había extrañado tanto a Raymond.
¿Dónde estará Raymond? ¿Que está haciendo? ¿Estará cerca de él?
Akin se seguía preguntando millones de veces que estaba pasando con Raymond, le habían dicho que Raymond se había sacrificado por él. Lo amaba tanto pero a la vez lo odiaba, ¡Pensó y le dijeron que estaba enterrado a 5 metros bajo tierra! ¡Pero no! Seguía vivo y hasta le dio sus chocolates favoritos con almendras.Estaba molesto, pero la felicidad no se tardaba en hacerse ver. Ya estaba sonriendo y con gusto esperaría su llegada.

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Katze
RandomUna historia corta o puede ser larga. Un mundo aparte. Palabras cualquiera. Nombres de todo tipo. Corto y sencillo. 'Un poco de todo.' ¡Gracias!🌸🏵