« 10 »

866 63 14
                                    

— Siempre he pensado que el mejor lugar para una cita es un cementerio. Quiero decir, hay bastante silencio y nadie está interrumpiendo porque todos alrededor están muertos.

La chica castaña observaba a TaeYeon bastante divertida y es que aquel comentario había sido tan original, ni en una película lo había escuchado. Que alguien pensara de tal forma lo convertía en alguien único y si, desde el principio ella supo que la chica era única en su especie.

— Eso si que jamás lo había escuchado.

— Lo sé, soy extraña.

Había algo ahí, Phanie lo notó, notó su tristeza. Tan sólo verlo en el rostro de su chica le causaba una presión terrible en su pecho..

— Me dijiste que eras asesina.

— Lo era.

Eso no causó miedo en la chica, no hubo temor, diferente a la primera vez que se enteró.

— ¿Por qué?

— ¿Familia? ¿Trabajo? Realmente no sé.

La chica había dejado de columpiarse, había parado como Phanie y miraba a lo lejos, los niños jugaban en una cancha lejana con una pelota, sus gritos apenas eran audibles. A pesar de no estar en su cementerio como la chica le dijo era un lugar tranquilo ese parque.

— Yo tuve una familia carnicera Phanie. Mi padre mató a mi hermano mayor y a mi madre en un ataque de ira cuando ellos ya no querían seguir matando. Él me llevó lejos, viajamos de Corea a aquí, y me dijo que éramos iguales y que por eso jamás nos íbamos a separar. Tan sólo aprendí a hacer lo que él me mostraba y ambos ganamos dinero con eso.

— ¿Cómo?

— Bueno pues, vendiendo órganos y esas cosas. A veces me pedía que mutilara para que sintiera lo que el siente al hacerlo, para él eso era una pasión y yo trataba de entenderlo.

Phanie jamás creyó que vería a un asesino sin una pizca de miedo, pero con tristeza, no podía evitar mirar el perfil deprimido de su chica con una expresión igual o peor.

— Y era común para ti todo eso...?

— Si, jamás creí que fuera malo hasta que crecí y veía a la gente diciendo; qué estaba bien y qué estaba mal. Pero yo seguía haciéndolo. Mi padre era lo único que tenía hasta que lo maté yo misma.

— ¿Qué?

TaeYeon miró a la castaña que se veía un poco o un mucho afectada por todo lo que le era contado, sonrió y tomó la mano de su chica para tratar de transmitir calma.

— Ese día Phanie. Le conté de ti, que te tenía en mi departamento, que abusaba de ti porque eras especial para mi pero él dijo que debía matarte y que sí no lo hacía él lo haría. Yo sólo lo maté.

Phanie aspiró el aire suficiente para contenerlo unos momentos, todo era demasiado pero extrañamente se aferraba a la mano ajena, esa que había acabado con muchas vidas seguramente.

— ¿Y estás bien ahora?

— Si, yo empecé a trabajar en otra cosa y eso. Ya no hago eso, quería cambiar.

Phanie le sonrió como idiota. Si, así se sentía. Las personas suelen decirle a sus parejas que matarían por ellos, que lo harían sin dudarlo, pero en ese caso realmente estaba sucediendo, ella lo hizo sin estar parloteando sobre el tema.

Literal mató por ella.

Aunque matar era malo ella decidió ser neutra, una niña que creció alrededor de violencia y que seguro vio como su madre y hermano fueron asesinados y que además fue influenciada por un padre cruel y asesino que la crió toda su vida. Sin duda eso lo llevaría a lo que era ahora.

— ¿Por qué dejaste de hacerlo?

TaeYeon sonrió ante la pregunta, alzó ligeramente una de sus cejas.

— Sé que lo sabes Phanie ¿Me harás decirlo? — La otra chica asintió al instante y sin un poco de vergüenza por haber sido descubierta.

— Bueno. — La chica soltó su mano y se levantó del columpio para ponerse frente a Phanie que la miraba aún sentada cómodamente en su columpio. — Desde la primera noche comencé a tener sueños, ¿Sabes? Soy amante de las novelas románticas ¿Extraño viniendo de una asesina?

— Ex-asesina. Ahora eres la empleada más guapa del mundo.

Ambas se carcajearon y eso dió pie a que siguiera.

— Yo siempre soñé con una vida común, con sentimientos. Pero no me era permitido sentir, y claro que eso fue fácil hasta que te conocí. Me dolía lastimarte físicamente como verbalmente y recuerdo que también era doloroso ignorarte o contenerme a mostrar interés. Y cuando me di cuenta de que tenía todo lo que había soñado no quería que nadie me lo quitara. El primer paso era quitarlo del camino, el segundo dejar de ser lo que era y ser una nueva persona buena y sin crueldad, trabajar honradamente y ser la persona que mereces. Sólo qué, llegaste antes de que eso pasara y cuando te ví salir de la librería creí que sería la última vez que te vería. No podía dejarte ir, eres la primera persona que amo.

Stephanie Hwang de nuevo lloraba pero esta vez no ocultó su rostro, sorbió con su nariz tratando de no soltar un llanto escándaloso.

— Pe... Pero antes de eso tú no sabías nada de mi. — Más lágrimas y más hipidos que causaron que la otra chica se acercara para limpiar sus mejillas. — ¿Cómo me encontrarías?

— Yo lo sabía, tu universidad. Una entre tantas idas en el metro te seguí. Pero después supe que te graduaste. Aunque desde el primer momento en que te liberé del secuestro supe que si no te volvía a ver podrías ser feliz y tener una vida normal. Era un riesgo para mi, no para ti.

— Yo fui a buscarte a tu viejo departamento. — Confesó la chica con voz nasal provocando sorpresa en la otra chica que no pudo evitar fruncir la cejas. — Pero no estabas ahí.

— ¿Crees en el destino Phanie?

La chica se encogió de hombros, y es que jamás pensó en él, el destino jamás pasó por su mente ya que era pesimista en cuanto a su vida, como la última opción.

— Bueno, yo sí. Porque todos los días estabas en ese tren sin falta, no había un día que no y por eso al final decidí dejarlo para el destino, algún día cuando me haya hecho merecedora de tu amor volvería al tren de la misma estación y sí éramos el destino de cada una nos volveríamos a ver.

Stephanie saltó para colgarse de la otra en un abrazo lleno de sentimientos, ambos corazones podían sentir el golpeteo del otro.

— Yo nunca me he enamorado, no tengo un tipo ideal así qué no puedes decir que no me mereces TaeYeon.

TaeYeon aspiró el aroma del cuello de la otra chica y lo besó con la delicadeza que me merecía esa piel.

— Te prometo que este será un romance común, sin dolor, sin sangre y sin lágrimas.

— Eso me gustaría, aunque común dudo que lo sea. Me gusta cómo es especial lo que tenemos.

— Tú lo haces especial Phanie.



¿DESTINO? [ TAENY ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora