¿DESTINO? [ TAENY ]

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En las madrugadas cuando la rubia llegaba a su departamento guardando en un cajón bajo llave el arma con la que siempre cargaba, no podía contener el deseo que sus ojos desprendían cuando se encontraba con esa chica sobre su cama dispuesta a complacerla.

Phanie poco a poco entendió el control que podía llegar a tener en la rubia, siempre siendo sumisa sin sí quiera un "pero". El tiempo avanzó, dos semanas y la castaña teñida se acostumbró a los noches y madrugadas cargadas de sexo duro y los días solitarios donde la mujer sin nombre dejaba sobre la cama comida para que pudiera comerla en el día.

Viendo televisión por primera vez en dos semanas vio su imagen en el noticiero con el título de " joven desaparecida ". Esa sin duda era Jessica, nadie más estaba al tanto de su vida como ella, ni sí quiera la familia que le quedaba, ellos siempre fueron distantes y no se quejaba, ahora que tenía a Jess no podía.

Sonreía como boba por los minutos de importancia que le dieron a su caso, era extenso a comparación de otros casos que había visto antes y estaba agradecida a pesar de saber cómo serían las cosas. Su sonrisa descendió para convertirse en una extraña mueca miserable. Cuando la rubia estuviera harta de su cuerpo, del sexo, seguro la mataría. No tenía futuro afuera, la rubia era una mujer demasiado inteligente y fría, lo sabía por su mirada que se basaba en lujuria, ira y control. No la dejaría vivir, pensaría sin lugar a dudas que la denunciaría, no había forma en que confiara en su palabra y eso significa solo una cosa.

Ella trataría de vivir bien lo que le quedaba de tiempo.

Esa noche cuando la rubia llegó al departamento parecía estar un poco... diferente. La luz de la lámpara apenas iluminaba escasamente por lo que fue complicado ver bien lo que pasaba. La chica corrió al cuarto de baño pero olvidando cerrar la puerta tras de ella como solía hacerlo cuando normalmente entraba, y Phanie decidió averiguar. Se levantó de la cama tratando de ser sigilosa, desde la puerta por fin pudo ver lo que era. La chica estaba repleta de sangre, esa imagen afectó profundamente a Phanie y una extraña sensación le alentó a dirigirse a ella.

— ¿Qué te pasó? ¿Estás lastimada? — La mujer de nombre aún desconocido se sorprendió al tenerla en la misma habitación de baño, su rostro lo decía todo pero en lugar de contestarle la empujó fuera del baño de manera violenta cerrando así la puerta muy cerca de su rostro.

Aquél acto la hizo retroceder, un paso, dos más y en su interior le hizo sentir ¿dolor? se sentía extrañamente más deprimida de lo que ya se encontraba, sus ojos comenzaron con ese leve escazor… Como cuando las lágrimas trataban de aparecer pero al final no, sacudió aquel desconocido sentimiento que le había causado su secuestradora y sólo fue a la cama donde se envolvió dándole la espalda a la puerta de baño.

Esa noche no hubo sexo, tan sólo unos brazos envolviéndose a ella.

Y por la mañana de nuevo se encontraba sola pero sin comida ¿Había hecho algo tan malo que ni si quiera quería alimentarla?, ¿La mataría de hambre quizás? Miles de teorías la abordaron pero negó al instante cuando una idea un poco más realista llegó para quedarse ¿Se cansó realmente del utilizarla y está cerca su muerte?

No dejaría que eso pasara, en primer lugar el hecho de no más sexo significaba el fin de lo que hacían cada noche en ese departamento. Se sentía extraña de imaginarlo, ella no es que le gustara pero había dejado de pensar en que pasaría después de eso. Se había resignado ¿Así serían los secuestros con otras personas? ¿Sería solo un caso más? ¿Y porque su caso tendría que ser especial?

La risa burlona de Phanie llenó la habitación, apenas era audible pero ya que no había otro sonido ahí se escuchaba claro.

Su columna le gritó dejar la cama y así lo hizo, dejó la cama e inesperadamente a plena luz del día una presencia más la acompañó. La rubia llegó dejando sobre el buró la pistola. Sólo la dejó sobre el mueble impactando a la castaña, ¿Y sí la tomaba? ¿Qué pasaría? ¿Lograría salir?