Ojos malditos, cadenas rotas (HxH)

De la historia de June: Niñez parte 7.2

El pequeño plan improvisado que hicimos era algo sencillo: untamos parte del veneno en una de mis dagas y la otra parte en las armas de Kurapika, así, podríamos inmovilizar al enemigo en caso de sentirnos superados y, al mismo tiempo, liberarnos del doctor, quien más preocupaba a mi acompañante. 

Pero como dice el dicho "del dicho al hecho, hay mucho trecho" la situación comenzó a empeorar paulatinamente: en primera instancia, al localizar a nuestros objetivos, decidimos separarnos, yendo Kurapika a la cabeza, encontrándose de frente con el asustado médico que se defendía con patadas de ahogado; por otro lado, los otros dos no dudaron en tratar de acorralarme al hallarme.

— "Lucy" al parecer lograste derrotar a nuestro hermano con alguna sucia artimaña - hablaba quien había sido el chofer hace poco, Tony - ¿Qué clase de hatsu tienes? estoy seguro de que solo tu nombre no lo haría actuar de esa forma.

— Debo admitir que si hice un poco de trampa - contesté, estando más atenta a los movimientos del otro tipo violento que permanecía curiosamente callado - pero nada fuera de las reglas que me pusieron.

— ¿Una manipuladora? - el contrario esbozó una sonrisa, seguido de un rechistar enojado - los niños de ciudad meteoro cada vez tienen más afilados sus sentidos.

— ¿Saben de donde soy? - inquirí con cierta incredulidad. Si ya sabían de dónde era ¿Para qué esmerarse en averiguar mi nombre? alguien que ni siquiera es considerado ser humano, como yo, no debería serle de utilidad o importancia a unos mercenarios -.

— Digamos que la persona que nos contrató sabe un poco sobre ti, pero también quiere corroborar cosas, eso es lo único que te podemos decir - hizo un chasquido con sus dedos, a lo que él y su hermano directamente se dispusieron a atacarme -.

Esquivar el frenesí de ataques combinados de gente casi moribunda en un inicio, fue sencillo, pero fue aquí donde las cosas se pusieron color de hormiga, puesto que con el pasar de los golpes, el número de ataques empezó a aumentar y aumentar, como si de enfrentar a dos personas, comenzara a combatir con 4 o más, siempre multiplicándose.

Llegó un punto en el que me fue imposible seguir el ritmo y recibí varios ataques, algunos siendo muy débiles, y otros increíblemente más poderosos, pero sin duda alguna me hacía ver que, de alguna manera, estas personas habían aumentado su número.

— ¿Una habilidad de clonación? - traté de averiguar, ya en medio de algunos jadeos -.

— Cerca, pero no tan cerca - el chofer volvió a chasquear los dedos, y de la nada, recibí un puñetazo en la cara - ups, parece que estabas en "otro mundo" deberías ser más cuidadosa.

— Si no fuera porque te piden con vida, ese puñetazo ya habría acabado con tu vida, ten agradecimiento de que mi hermano es lo suficientemente blando contigo, a diferencia mía - finalmente habló el otro tipo. Su voz parecía distorsionada, como cuando ves una película pirateada de un cine de bajo presupuesto -.

— ¿Un emisor? - afirmé, sosteniendo mi adolorida mejilla. Parecía estar en lo correcto, pues los hombres se pusieron alerta - ya veo, es una habilidad nen combinada - en ese momento, y aunque yo no podía verlo, el color de mis ojos se tornó de un color anaranjado - vínculo establecido.

— ¿Vínculo? - el hombre quien me golpeó comentó confundido, pero luego, su atención se centró en una peculiar melodía - hermano ¿Oyes eso? alguien está cerca, como cantando, estoy escuchando una canción particular. 

— ¿Oír? yo no oigo nada - antes de que pudiera tratar de escuchar, su hermano era ahora quien lo atacaba a él - ¡¿Qué demonios haces, Tony imbécil?! - exclamó al esquivarlo -.