Capitulo 7

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En una situación como esta no esperaba que apareciera él.
Cada día se me hacia un nuevo problema, tengo que escapar, no me pienso enfrentar a Shanks, yo aún mantengo mi respeto hacia él aunque el haya tratado de matarme.

Empecé alejarme lentamente, dado que esos dos estaban distraídos discutiendo.

-¿a dónde se supone que vas Mugiwara?

¡Mierda!

-En otro momento podré patearte el culo Akainu, pero no me voy a quedar para que Shanks me mate, así que nos vemos en una próxima.

Estire mis brazos para poder escapar, obtuve una buena vista de la ciudad al estar volando sobre ella, llegue rápidamente a donde deje el barco, supongo que hoy no es día de dormir en el bosque no tengo de otra, primero me alejare y dormiré un rato en el barco.

Estube remando alrededor de una hora, lo suficiente para saber que estaba bastante alejado.
Me acomode lo mejor posible, observando el cielo, ya falta poco, solo unos cuantos días más y todo esto acabará...

-¿Usted está segura de que él va a venir hasta acá?

-¿Cómo no estarlo?, la isla es vecina a esta, el estará alrededor de un día, tengo que preguntarle, quiero pensar que es mentira lo que sucedió, pero no hay más opciones que preguntarle a el, dado que los mugiwaras se encuentran muy lejos de esta isla.

-Tiene razón, pero aún así puede ser peligroso para usted, debemos protegerla.

-No se preocupen, dudo que me haga algo, sería un problema más para el, y estoy seguro que el evitaría toda clase de problemas.

Por fin llegué.

Me desperté al sentir el barco completamente quieto, uno nunca sabe, siempre hay que estar en alerta.

Me baje y me dirigí directamente a la ciudad, buscando un lugar para dormir, dado que en aquel barco no pude conciliar el sueño fácilmente.

-Quiero una habitación, para una persona, una sola cama, y traigan mucha carne.

Ordené.

Ví como el rostro de la mujer se ponía en blanco al verme, tomando mi órden inmediatamente.

-Aquí está el dinero.

Deje encima de la mesa y me fui a la habitación, necesitaba tranquilizarme un poco, no se porque, pero presentía que se me acercaban varios problemas en esta isla.

Me acomode en la suave cama, esperando que la comida llegará.

Mientras tanto me entretuve en mis pensamientos.

Es raro que para entrar en una ciudad cobren exageradamente, al parecer las personas no tienen problemas con eso, pero aún es como si estuviera en la otra cara de la ciudad...

Oí como golpeaban la puerta, interrupiendo mis pensamientos.

Fue más rápido de lo que pensé, me acerque y abrí la puerta esperandome encontrar con mi pedido.

-Mugiwara.

La habitación se inundó en un silencio, realmente no esperaba encontrarmela aquí y mucho menos volverla a ver.

-Vivi...

-Fue un desastre poder encontrarte, ¿puedo pasar?

-Adelante.

Ella paso hacia a la habitación y se sentó directamente en la cama, yo fui a la silla más cercana y me senté.

Esperando que pronunciará alguna palabra o preguntará algo, que quizás yo mismo ya sabía lo que ella vendría preguntar.

-Mugiwara, fue un poco difícil encontrarte. Prefería encontrarme con los chicos, pero ellos están muy lejos y dado el caso, tu eres mi única opción.

Vivi, reina del Reino Arabasta, ex-aliado mío, todos los reinos que alguna vez salve me dieron completamente la espalda, no esperaba nada bueno de ella tampoco.

-Ve al punto, ¿qué quieres de mi?

-Yo siempre me he preguntado, del porque tu traición hacia nosotros tus aliados y hacia tus nakamas, y si así no hubieras sido tu, nunca quisiste desmentirlo.

-Y seguiré diciendo que no soy yo, y no necesito desmentirlo porque se que no me creerán, no importa cuanto lo intenté...

Un silencio un tanto incómodo empezó a inundar aún más la habitación.

-Sería incapaz de traicionar a mis aliados y nakamas, pero perdieron la confianza que me tenían y al final el único traicionado fui yo, desde un punto de vista obtenido jamás me dieron la oportunidad de hablar y a su vez trataron de matarme y acabar conmigo.

La princesa lo miro un tanto sorprendida, ¿y si eso fuera realmente verdad?, no...no era posible ella recordaba perfectamente su cara, escuchó sus palabras, ella recuerda como mataron a miles de ciudadanos por culpa de aquel pirata en el que alguna vez confiaron.

-Me das miedo mugiwara, ¿cómo puedes ser así de hipócrita?, después de todo lo que nos hiciste y negarlo...yo estube presente en tus actos, siento dolor porque quienes si fueron mis nakamas, la situación de ellos debe ser mil veces peor que la tuya, te aborrezco.

Se levantó y continuamente le zampo una cachetada.
El cual este no retuvo, simplemente le mando una mirada de dolor.

Esta salió de la habitación azotando la puerta, sin decir palabra alguna.

Las lágrimas de aquel chico se desprendían horriblemente, cada día nuevo era un dolor más para él.

¿Por qué me tiene que suceder esto a mi?, ¡¿por qué?!, ¿cuánto más tengo que soportar para que ellos sean felices?

Si no fuera por ese desgraciado las cosas no irían por este camino, cada vez me rompo más y no hay nadie que me salvé, no hay nadie a mi lado, todos me han abandonado dejándome a mi suerte y con mi dolor.
Me esforce por ellos, luche por ellos, para que todo terminara de esta manera.

Tal parece que la suerte no quizo estar de mi lado, y a su vez me abandonó como basura de pozo.

A estas alturas no hay nadie que me pueda salvar, que me saque de este hoyo profundo en el que estoy metido, estaré aquí por siempre, solo y abandonado, reprimiendo mis ganas de volver a ser libre y feliz. Donde están ellos y me hacen felices con cada cosa que hacen, después de todo yo sin ellos no soy nada.

Un dolor profundo empezó a apuñalar en su corazón, su enfermedad lo estaba matando.
Empezó a toser sangre con exageración debía calmarse mantener la compostura, sintió desvanecerse, para antes de caer completamente dormido escucho una voz.

-¡Luffy!

Jinbei...sálvame.

Fin capítulo 7.

Traición...ya la conocía (Pausada indefinidamente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora