¿Inojin y Himawari?

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Sabían que ya era tarde, solo les quedó suspirar, ambos se bofetearon mentalmente ¿cómo pudieron olvidar las fotografías?

La casa estaba repleta de cuadros de su boda, sus hijos, cuando Sarada tomó el puesto de hokage, cuando eran adolescentes...

- Por primera vez no quiero llegar a la casa - suspiró el rubio apoyándose en el escritorio.

- ¿los niños están ahí?

El asintió - Mi madre de...esa época se ofreció a cuidarlos.

- Ellos no hablaran - dijo Shikadai

- Pero - dijo Chou dejando a la niña en el escritorio - esta hermosura si.

- ¡Mamá! - dijo estirándo sus brazos hacía la pelinegra quien la recibió gustosa.

- Solo es una niña - sonrió Inojin

- Si - dijo Boruto mirándo a su pequeña - bueno es hora de irnos - la cargó - mamá debe trabajar.

Estaba por dirigirse a la puerta y un Ambue apareció llamando la atención de todos.

- Hokage-sama encontramos más pergaminos.

El rubio miró a su esposa, sintieron qué quizá su problema ya estaba resuelto.

- Bien

El ambu miró a Boruto - Sasuke-san lo busca - dijo sin más y desaparecio en una bola de humo.

El se extrañó, pero quizá recordó algún otro escondite. Volvió en si cuando su hija paso su pequeña mano frente a sus ojos.

- ¿Quieres que la lleve? - le preguntó Inojin - Himawari esta libre hoy.

El sonrió - gracias.

- Recuerdo que dijiste que Himawari se irá de misión en unas horas - comentó el Nara, caminándo junto a el.

- Así es, pero - miró a la niña que miraba el paisaje y saludaba a todo aquel que pasará - Boruto se ve afectado con todo esto.

- Supongo, es muy problemático.

- Si, además a Inori le gusta jugar con ella - sonrió recordando la buena relación que tenía su hijo con su prima.

- Bueno, nos vemos después - dijo Shikadai doblando por una esquina, el asintió y siguió su camino.

- ¿Tía Hima? - preguntó la niña observándolo con sus enormes ojos obscuros, ya sabía distinguir su hogar, el asintió con una sonrisa.

- Ya llegué - dijo entrando al recibidor, la nila se removió para bajarse y el la dejó libre.

- ¡Abuela! - gritó entrando a la sala, sorprendiendo a una Hinata más madura.

La Uzumaki sonrió y la abrazo - ¿ya comiste? - le pregunté con dulzura.

Ella hizo una expresión de sorpresa al recordar que comió con su padre, pero ese pensamiento le guió a su padre, miró por todos lados y no estaba - ¿papá?

- Estoy por irme de misión - dijo Himawari cuando su esposo le dijo que trajo a su sobrina.

- No te preocupes - le sonrió - esta tu madre y Inori.

Ella ensuavizó su expresión - ¿tienes hambre o comeras después? - le preguntó con dulzura.

- No quiero sobrecargarte - dejó un mechón detrás de su oreja - cuidate.

- Gracias, te deje el bento listo.

- Te he dicho que no es necesario - rió

- Lo siento, no puedo evitarlo - lo acompaño con la risa, que fue interrumpida por un grito.

- ¡Papá! - dijo la hija de Boruto con lágrimas corriendo hacía Inojin.

- ¿Qué pasa? - preguntó Himawari poniéndose a su altura.

- ¿Dónde esta papá? - hipó

- Esta ocupado, volverá pronto - le sonrió con ternura.

- Pero...

- ¡Mei! - dijo un pelinegro bajando las escaleras - Llegaste a tiempo, le estoy enseñando a dibujar a mi hermanita - le sonrió - ¿quiéres aprender igual?

Sus ojos se llenaron de brillo y asintió mientras subía las escaleras.

- Justo a tiempo - dijo Inojin

- Lo mismo digo papá - sonrió - ¿pudiste conseguirlo?

- Claro - dijo entregandole rollos para practicar sus dibujos.

- Gracias - sonrió - adiós mamá cuidate - dijo al verla con sus prendas de misión, ella sonrió y le beso la frente.

- Si se portán mal le pides ayuda a la abuela.

El asintió y regresó a su habitación.

- Bueno te acompañaré - le dijo a su esposa y ella asintió.

- Se la encargo - le dijo a Hinata - si algo le ocurre Boruto me matará - rió nervioso.

- No te preocupes - rió con delicadeza

La joven pareja salió de su hogar y se dirijo a la entrada de la aldea.

- Mañana a primera hora estaré aquí - dijo la ojiazul mirándo a su marido con las mejillas levemente sonrojada.

- Cuidate - le sonrió y se acercó para abrazar sus labios con delicadeza.

Mientras tanto la Akimichi completamente atónita miraba otra fotografía, era una familiar completa en donde estaba... ¿¡Inojin y Himawari!?

- Chou...

Volteó la fotografía a penas escucho la voz de la pelinegra.

- ¿qué pasa? - le preguntó desconcertada al ver la actitud de su amiga.

- Nada - dijo abriendo una papas para disimular.

- Estas extraña gorda - le dijo el Yamanaka y esta se puso más nerviosa.

- tonterias - suspiró, decidió no hablar ya que si ella se sorprendió no se imaginaba como se pondrían ellos.

《Pero que futuro nos espera》

Se acercó a los pelinegros que pasaban justamente por ahí.

- Oigan - ambos miraron y enarcaron una ceja al mismo tiempo, como lo solía hacer su madre, ahora entendía el parecido.

- Las fotografías - susurro y ellos comprendieron y fueron de inmediato a quitarlas disimuladamente....

Las horas pasaron y la pelinegra seguía sin hayar nada, ninguna pista, la situación la tenía frustrada y a su marido igual, investigaba con su antiguo sensei y no encontraban nada, cada vez que aparecía esa luz solo sentía sus chakras, nada fuera de lo común.

Agotado y sin más llegó a su hogar, no quería, pero tenía que ver a sus gemelos.

- Ya llegue - dijo cerrando atrás de el la puerta, no tardaron y lo fueron a recibir.

- Papá... - dijo Minato

- Las fotografías - acompletó Itachi

- Lo se - suspiró cansado.

- No las vieron - sonrieron y el se sorprendió.

- ¿no? - sintió un peso menos encima.

- Me debes una grande - dijo la Morena comiéndo papas sobresaltándolo - yo si las vi - masticó - doy mi silencio a cambio de la verdad - sonrió

El suspiro, quizá cantó victoria antes- cuando llegue mi esposa te contará lo que quieras....





Algo corto, pero aquí esta, espero me haya quedado bien, primera vez que escribo Inohima 😥😂 muchas gracias por su apoyo, nos vemos 😉

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