➳Salvando nuestro futuro.

Las pérdidas

La novena seguía debatiendo en su interior como empezar, estaba siendo bastante fuerte al no quebrarse ante su padre, nuevamente se preocupo por su esposo, de haber sabido que sus padres estaban acá nunca le hubiese llamado, era delicado para el.

¿Estará enojado? Le había dicho que se sorprendería y sí que lo hizo, pero ella esperaba que se tome la situación algo divertido ya que se suponía que solo los gennin estaban ahí, pero todo se salió de control.

Suspiró ante las miradas impacientes de los hombres frente a ella.

-Seré directa - los miró - no sé si es du futuro esto u otra dimensión, pero aquí ambos están...muertos - dijo lo ultimo en un susurro. El séptimo se sorprendió, su amigo igual, pero lo suoo ocultar.

-Pero...¿Cómo? - preguntó atónito el rubio.

-Nuevamente repito que no esta seguro que este sea su futuro - miró a su padre - al lineas temporales, demasiadas así como las dimensiones. Quizá en otro futuro si esten vivos.

Naruto aún no digería lo mencionado.

-¿Qué fue lo qué ocurrió? - preguntó con seriedad.

-No les puedo decir exactamente ya que...si nuestras lineas temporales coinciden, sería peligrosa contarles del todo.

-¿Por qué mencionaste las muertes entonces? - preguntó algo confundido el pelinegro.

-Porque...por lo que veo no tienen la menor idea de como llegaron acá y se tendrán que quedar hasta resolver el problema - suspiro - hay personas que...no les haría bien verlos - dijo algo decaída.

-Ya veo - dijo su padre entendiendo a lo que se refería.

-Les pido que no le digan a nadie más.

-Bien - dijo el séptimo algo confundido aún.

-¿No usarón jutsus o algo?

-No - dijo el rubio - solo apareció una luz debajo de Boruto y nos llevó a todos.

-¿cree qué el tenga algo que ver? - preguntó la Novena.

-Eso es lo primero que se cree- dijo Sasuke - pero cuando entraba a la aldea vi una luz abrirse directo en la oficina.

-Por eso llegaste de la nada - dijo el rubio ahora entendiendo todo, él solo asintió.

-Si nuestras lineas coinciden...- se quedó pensativa - aquí nunca ocurrió nada de eso - los miró - hablaré con Boruto.

-¿mi hijo? - dijo el séptimo - digo, esto...me refiero si el de ahora - decía totalmente confundido.

-No. El de esta época - dijo mirándolo- le tengo que pedir algo séptimo.

El aludido conectó sus ojos con la azabache.

-¿Qué? - preguntó

-Evite todo contacto con Boruto por favor - lo miró y el rubio se sorprendió - a el le afectó mucho su pérdida e incluso este muy afectado ahora.

Naruto asintió algo dudoso.

-¿Qué haremos mientras tanto? - preguntó el pelinegro.

Ella pensó, no podrían quedarse en su casa por su esposo, tenía que hablar primero con el, en casa de su madre tampoco, el la de Hinata menos ella resultaría muy afectada.

-Denme un momento - dijo dandoles la espalda mientras tomaba su teléfono.

Mamá, pasa la noche en casa de Hinata, no preguntes porqué, solo hazlo. Mañana temprano te explico es una emergencia.

Envió el texto y los miró - pasaran la noche en mi antigua casa. Mañana a primera hora empezaré a investigar, mientras tanto asegurensé de que los niños no salgan, no debemos arriesgarnos.

Ambos hombres asintieron, por otro lado la pelirosa un tanto desconcertada obedeció a su hija. Sarada le había dicho a Hinata que su madre destruyó de nuevo la casa y por ello la repentina visita. Por su hermano no se preocupó, el lo entendería.

Tuvieron que ir nuevamente por los tejados para no ser descubiertos, una vez que llegaron ella les indicó que ahí estarían esa noche. Le había enviado un texto a su hermano diciendole que pase la noche en su casa, luego le explicaría.

Los gennin no se inmutaron, seguían bastante anonados con todo, no sabían que hacer.

-Cualquier cosa avísenme - dijo la novena despidiendose. Ahora se dirigió a su hogar, miró su reloj y eran las doce, la hora se le fue, lo más probable es que sus hijos estén dormidos.

Al abrir la puerta de su hogar lo comprobó ya que no la fueron a resivir como siempre, miró el perchero y la capa de su esposo estaba ahí. Subió las escaleras y primero fue con sus pequeños, besó la frente de ambos gemelos que dormían profundamente y luego se dirigió a la habitación de enfrente.

Abrió la puerta y se llevó la sorpresa de ver a su amado adormeciendo a la bebé. El estaba tan distraído que no se percató de su presencia, solo miraba los ojos entreabiertos de su hija, eran tan oscuros.

Casi pega un grito al sentir una mano en su espalda, pero se tranquilizó al ver a su esposa apoyarse en su hombro.

-No te vi llegar - le dijo

-Lo sé - beso la frente de su hija, quien por fin se durmió. Boruto la recostó con delicadeza en la cuna y la arropó.

-Buenas noches - susurró mientras cerraba la puerta y se dirigían a su habitación.

-Supongo que esperas una explicación- dijo Sarada cambiándose de ropa. Boruto solo respondió con un monosílabo ¿tan mal estaba? Claro que sí, casi nunca se comportaba así.

Sarada se apoyo en el respaldo de la cama y lo miró, el seguía de espaldas sentado;se pondía la camiseta para dormir. Después de hacerlo miró a su esposa quién lo recibió con los brazos abiertos brindándole amor.

Había llorado.

Shikadai y Chou le explicarón que ocurría, pero al cruzar la puerta de su casa no pudo contener más las lágrimas de culpa e impotencía.

No lo podía creer, deseó tantas veces ver de nuevo a su padre, pero no podía creer que de verdad lo viera de nuevo. No de esa manera.

Solo preocupó a sus pequeños gemelos, fingió una sonrisa, pero eran tan listos como su madre. Y ahora que podía estar entre los brazos de su esposa, sentía como liberaba toda la opresión en su pecho.

Ella no decía nada, no hacia falta, ella igual lloraba, se aguantó las ganas de lanzarse a su padre y decirle cuanto lo ama. El admiró más a su esposa por ello, ella había sido fuerte y enfrentó la situación, mientras el huyó.

El rodeaba su cintura y se apegaba a su pecho, su calidez y aroma eran lo mejor para calmarlo.

Mientras ella, acariciaba su sedoso cabello y lo estrechaba entre sus brazos.

Todo estará bien, pensarón ambos.

Pero quien se iba a imaginar qué iba a ser todo lo contrario.