➳Salvando nuestro futuro.

Secreto Revelado parte I

ATENCIÓN: La letra en cursiva siempre la uso para recuerdos, y en esta primera parte es un recuerdo de Boruto. Repito, sólo está primera parte.

Más adelante verán de nuevo la letra cursiva y sólo será para lo que pasa en la época  en donde están.  (En la casa)
Ahora la letra normal que es con la que escribo, es narrado lo que ve Boruto o siente (Boruto esposo de Sarada)

Lo entenderán más adelante, Lo digo para que no se revuelvan.

Ahora si, ¡disfruten!

Era esa sensación al despertar en tu propio sueño, cuando intentas abrir los ojos, Pero tus párpados se niegan rotundamente a ceder, están en tu contra, tu propio cuerpo está en tu contra.

Logró batir sus pestañas en una milésima de segundos. El dolor lo cegó, pero quería abrirlos, quería despertar, lo intentó de nuevo y sintió como sus sentidos iban reapareciendo. Después de inútiles intentos lo logró, abrió los  ojos para encontrar el techo blanco, Pero no era un material sólido, veía claramente como se movía y ondeaba ¿estaba mareado? No, era algo real, entonces se dio cuenta de que estaba en una campaña, la tela blanca ondeaba con el viento desde afuera.

Lo segundo fue la audición, estaba aturdido y sólo escuchaba la nada, era un silencio sepulcral, pero poco a poco, como si viniese del fondo, escuchó el pitido de un aparato y aún más en lo profundo; un débil sollozo.

Prosiguió el gusto, supo de inmediato que algo andaba mal con él. El sabor a hierro de la sangre es muy fuerte y repugnante, tragó intentando aliviar el sabor, pero fue lo peor que pudo hacer, el horrible sabor junto a uno nuevo que descubrió: medicamento, se deslizó por su garganta seca, sintió como el pútrido líquido regresaba, las ganas de vomitar eran inmensas, pero entonces el tacto apareció, intentó cerrar la boca, había caído en cuenta que estaba entreabierta, Pero no podía, fue consciente del sabor y textura de la gaza.

Por un momento divagó en su memoria un recuerdo cuando de niño le quitaron un diente, era ese mismo sabor, la herida en su encía que le duró más de la cuenta tuvo consecuencias como llevar un bollo de gaza en su boca todo el día. 

Sintió su pecho subir  y bajar con lentitud, Pero presición. Sus ojos se movieron nerviosos intentando enfocar su vista, intentando despertar por completo. Su olfato revivió de golpe e inhaló sintiendo el olor puro del hospital, pero al instante su respiración resonó como si estuviese atrapada, dio una calada de aire con desesperación y el resultado fue el mismo.

Su tacto se intensificó y entendió que tenía una mascarilla, también varios varios cables que hacían presión en su cabeza. Su mente comenzó a acomodar cada detalle, ahora entendía porque su vista no se aclaraba por completo, la venda interceptaba uno de sus ojos.

Intentó mover la cabeza, se sentia atrapado en su propio cuerpo, pero sintió restricciones a sus lados, algo lo obligaba a tener la mirada fija en el techo ¿Un collarin?

Habia algo que presionaba su dedo y en su muñeca creció un dolor punzante, sintió su cuerpo pesado que, se pregunto si estaba en la tierra ¿Qué ocurría con la gravedad? La pesadez se convirtió en cansancio infinito del que creyó que jamás escaparía. El dolor inminente arrasó con todo su cuerpo, quería gritar e incluso llorar, la desesperación comenzó a cegarlo en amargas y espesa lágrimas de frustración.