Rosas I: Midoriya

665 74 1
                                    

     Miro, desde lejos, a las parejas que disfrutan de sus sentimientos. Lo hago como un tonto, un tonto que espera a que él vuelva a mi lado. La única persona a quien he amado: Katsuki Bakugou. Estuvimos juntos desde niños, desde entonces lo he admirado -e incluso amado- , aunque no fue hasta mis años en la escuela media cuando me percaté de mis sentimientos. Me di cuenta de que sentía algo más que simple y llana amistad. Pese a que él siempre me acosaba por ser demasiado "débil", mas no fui capaz de alejarme. Cuando éramos niños empezó a llamarme "Deku", debido a que ante sus hijos no era más que un inútil incapaz de defenderse por sí mismo. Yo lo llamaba Kacchan de cariño.

     Durante nuestro último año de secundaria decidí declararle mis sentimientos y para mí sorpresa él aceptó salir conmigo. Nunca imagine que esto pasaría, solo en mis fantasías más descabelladas cabía la posibilidad que me aceptara, sin embargo, realmente paso. Estuvimos juntos un tiempo, pero al parecer no soy suficiente para él. Sumado a que soy muy "empalagoso", soso y débil. De un día para otro solo se marchó. Simplemente se marchó con una chica, a quien recién conocía. Sus palabras me quebraron como nunca antes: "Deku, en este tiempo pude descubrir que soy incapaz de amarte, no puedo ser más que un amigo.", mi alma ahora rota ardía, aunque ninguna lagrima salió, este dolor sería solo mío. 

     Desde entonces empezó a evitarme, solo me ignoró día tras día. Con el tiempo, hubo un cambio, el silencio se transformo en burla y ofensas. Aunque ahora esta es un historia que solo él y yo conocemos, una historia sin final feliz, una historia que nunca puede salir de nuestro silencio. Silencio que llevo marcado en mi alma rota

     Nunca espere nada como el hecho que Bakugou fuera del tipo romántico o alguna idea similar, pero al menos estar con él me hacía más feliz de lo que alguna vez había sido. Siendo sincero me hubiese gustado recibir aunque fuera una rosa de su parte. Ahora que lo pienso él nunca se entero de mi esfuerzo por mejorar, mis múltiples entrenamientos en diversas artes marciales ni de lo mucho que me dolió tonificar mi cuerpo.



—Disculpa, ¿Las quieres?

Al voltear, me topé con un enorme ramo de rosas rojas y blancas. Detrás del ramo un chico con heterocromía y una cicatriz en su rostro. En ese momento, me miraba con un semblante serio, su voz profunda resonó en todo mi ser y deliberadamente alejo todos aquellos recuerdos.

—¿Te conozco? —Dije descortés.

—Eso no importa, solo tómalas. —Reprochó el extraño.

—No puedo por dos razones fundamentales, primero eres un desconocido —Traté de sonar firme, pero mi voz tembló—. Y segundo estoy seguro que son para alguien más.

—Ya nos las necesito.  —Musitó con pesadez—. Además, creo que tú las necesitas más que yo.

Acaso fue capaz de ver a través de mí. No, eso era imposible.



     Antes de poder rechazarlo de nuevo me di cuenta que volvió a pasarme, me enfrasque tanto en mi mente que olvide todo lo demás. Aquel chico entonces estaba demasiado lejos para que mi voz lo alcanzase y por supuesto que gritaría.  El hermoso ramo de rosas continuaba ahí, desprendiendo su maravillo aroma y daba un espectáculo fascinante para la vista. Creo que no es normal recibir rosas de un desconocido, y menos en San Valentín. Seguro a ése chico también lo habían dejado. 

Sin embargo, quién dejaría a un joven tan hermoso como él, desde su postura hasta su voz todo era perfecto. Asimismo, su perfil con el arrebol de fondo era definición de belleza más exacta que mis ojos habían percibido.


Gracias por  salvarme con aquellas rosas.

-Izuku.

Rosas [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora