· Venus as a Boy ·

ii.

— ¿Qué le hiciste a TaeMin?

MinHo cierra la puerta de su casillero, encontrándose a pocos centímetros el rostro de aquel amigo que siempre parecía sonreír, pero quien justamente, ahora no lo hacía. Los brazos de estaban cruzados entre sí, dispuestos al parecer, a no dejarle ir o avanzar sin antes haber obtenido una satisfactoria respuesta.

MinHo suspira y cuelga su bolso de gimnasia sobre su hombro, más resignado que dispuesto a discutir. Sobre todo, porque ni siquiera él sabía qué era lo que le había hecho a TaeMin.

— No sé de qué hablas. No le he hecho nada a TaeMin.

— ¿Y por qué no me habla y no le habla a nadie en casa?

Una ceja se alza de manera involuntaria y sus labios se separan a causa de su repentina preocupación.

¿A TaeMin le pasaba algo y por eso no iba a clases? ¿Alguien le habría molestado? ¿Alguien le habría dicho algo porque él iba a buscarlo durante estos últimos días?

TaeSun le mira fijo como si estuviera adivinando que algo pensaba porque su rostro ya seguramente, había dicho demasiado. Solo que no sabía. Literalmente, no sabía.

— Solo me dijo que estaba saliendo muy tarde de clases y que no fuera por él en esta semana.

— ¿Y por qué le vas a buscar?

Mierda.

TaeSun se cruza de brazos, sin mucha evidencia o ganas de dejarle ir, mientras él se mordía el labio y suspiraba.

Era cierto que TaeSun era su amigo y compañero hace bastante tiempo, pero eso no quitaba el peso de que era bastante difícil el confesar sus sentimientos hacia su hermano que había conocido un par de semanas atrás.

(Y sentimientos, que más encima, no sabía cómo podía describir. Porque eran muchos e inexplicables a la vez).

— MinHo... sé que no me debo meter en esto, pero no quiero que TaeMin salga herido por culpa tuya.

— No heriré a tu hermano, TaeSun. Hago el intento de hacer todo lo contrario.

— Quizás lo agobias.

— ¿Yéndolo a buscar? —pregunta con algo de pánico, mientras el contrario se encogía de hombros y le miraba despreocupado como si no acabase de romper su corazón y esperanzas con esas simples palabras que logran descolocarle—. ¿Te dijo algo?

— No, por eso vine contigo.

— ¿Entonces?

TaeSun rueda los ojos ya comenzando a perder la paciencia, mientras él se cuestionaba a si mismo hasta qué nivel de posesivo enfermo del control era por haberle ido a buscar desde casi el día uno de haberle conocido.

El hermano de TaeMin le mira y finalmente suelta una risita más burlona que cruel.

— Deberías verte ahora.

— ¿Quién?

— Tú o TaeMin.

— ¿Por qué?

— Porque demuestras más de lo que pareces decir —el menor suelta un suspiro, despejando su camino y dándole un golpecito en el brazo antes de seguir avanzando y dejarle ahí. Ahí solo, enredado y con traumas de posible antecedente psicópata que él no había sido capaz de notar—. Ve hoy. Quizás te echa de menos.

(Quizás más o quizás menos que tú).

Quizás, quizás.

*