𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑐𝑖𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑦𝑎 𝑛𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎́

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10 de Enero de 1987.

Hola, Mike.

Estuve esperando que tal vez respondieses, pero no sé por qué exactamente conservé le esperanza, puesto que no respondiste.

¿Recuerdas cuando ya tenía que empezar a recogerme el cabello? Fue un desastre debido a la forma que este tenía, y nadie en la casa sabía qué hacer.

Papá intentó mil veces recogerlo. Tomó ligas, coletas, un millón de cabellos... Pero nada funcionó.

Jonathan no se molestó en intentar, simplemente dijo un paso y salió casi corriendo de allí. A Will no lo dejé tocar mi cabello, y mamá ya se había ido.

Hasta que llegó Nancy. Nancy fue muy delicada tratando mi cabello, no como papá, que casi me deja calva (como antes) con solo peinarme. Me hizo una trenza desde el principio de mi cabello y te mostró a ti para que aprendieses.

Probablemente, cuando tenga mucho calor y necesite el cabello suelto, no sabrá cómo amarrarlo en una coleta o en una trenza. Al menos, ella sola no. Así que, como estás pegado como un chicle a ella, la salvarás peinándola, ¿vale? te habló a ti. Tienes que obligar a tu novio a que aprenda, El, porque no creo poder estar todo el tiempo para peinarte. Igual, estoy segura de que Joyce debe saber me dijo.

No lo creo dije. Joyce nunca se recoge el cabello Nancy y tú rieron cuando dije eso. Que no lo haga en ella misma, no significa que no sepa hacerlo dijiste tú.

Ese día me hablaste de tu campaña sobre D&D, y recuerdo que te ayudé mucho. A veces no sabías cómo seguir planificando y yo te decía o recomendaba algunas cosas.

Eso me hace recordar a nuestra primera cita, ¿recuerdas? Fue la primera vez que salimos oficialmente, empezando algo serio a pesar de nuestra edad.

Viniste a buscarme. Como siempre, yo había pasado la mayoría del día en tu casa, desde el comienzo de la mañana. Era domingo, y nuestra cita sería a las tres de la tarde.

Jugamos, nos dimos mimos e incluso vimos una película. Me dijiste que me fuera a las doce, al mediodía, pero yo no quería irme. Recuerdo que te dije que me podía quedar en tu casa y salíamos directamente a comer algo, pero Nancy me dio un rotundo no. De ninguna manera, El. Debes andar a tu casa para que te arregles, así como debe hacer Mike, solo que aquí. Aparte, no es bueno que se vean todo el tiempo mientras se arreglan, mucho mejor que él se lleve la sorpresa de verte hermosa después de una charla con Hopper mientras te terminas de arreglar. Arruinarás el efecto y eso daría mala suerte me dijo ella.

No nos van a dar mala suerte, Nancy, ni que nos fuéramos a casar dijiste tú. Eras tan inexperto en el tema como yo. Al menos, no por ahora me dijiste tú, en un susurro después, y yo me sonrojé.

Recuerdo que cuando me estaba yendo, cuando ya salía de la casa, te pregunté qué querías decir con eso. Es una tradición tonta aquí, El. Dicen que si el novio ve antes de la boda a la novia en su vestido, tendrá mala suerte en la boda, y creo que en el matrimonio en general fuiste indiferente al decirlo, encogiéndote de hombros.

Entonces, ¿cómo hacen cuando deben casarse? tú reíste ante mi pregunta. Pues... Es normal. La ve camino al altar, pero es divertido ver la reacción del novio al ver a la novia te quedaste callado unos segundos. Ahora, ¿puedo hacer algo que se hace al final de la boda? me quedé pasmada. En el momento, pensé que te querías casar ya conmigo. ¿Qué cosa?  dije. Esto y me besaste. Fuiste muy dulce y romántico, y yo no quería separarme ni irme.

𝐂𝐚𝐣𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora