Parte 12

10K 597 40
                                    


Creo que alguien ha estado hurgando en mi habitación.

No sé como, pero tengo la percepción de que las cosas no estaban como yo las había dejado esta mañana.

Quiero decir, soy muy meticuloso en estos asuntos. Tengo la tediosa manía de colocar todas mis herramientas de trabajo en el mismo lugar, aunque esto me requiera más tiempo del necesario. Es una manera ordenada de acceder rápidamente a cualquier cosa que precise.

Pero ciñámonos a lo que nos compete.

El recipiente que utilizo para limpiar los pinceles no está en el mismo sitio en el que lo dejé. Lo sé porque anoche los estuve aclarando, uno por uno, antes de irme a dormir. También he notado que han desaparecido algunos de mis carboncillos.

He preguntado a mis padres si por casualidad habían entrado en mi cuarto, pero ellos lo han negado en rotundo, y Violet apenas está empezando a gatear.

Sé que algunas veces le han prestado mis bártulos para que "la niña se divirtiera pintando y coloreando", pero no creo que me hayan mentido tan descaradamente. No en algo tan trivial. Jamás me ha importado si cogían o no algo de mi habitación, siempre y cuando retornara a su lugar de origen.

En fin, tal vez esté distraído, o pensando en otras cosas.

¿Recordáis cuando os enumeraba todas y cada una de las contras que conllevaba una mudanza? ¿Recordáis que uno de los hándicaps que os mencioné hacía referencia al hecho de que ya no podría volver a reunirme con mis amigos como antes? ¿A que terminaríamos perdiendo el contacto?

Hoy he empezado a cavar mi propia fosa.

Bien por Nathan.

Resulta que mis amigos de Stanford habían planeado hacerme una visita este fin de semana.

Yo les he dicho que era imposible, que tenía una fiesta a la que, por desgracia no estaban invitados. Les he dicho que mejor dejarlo para el próximo fin de semana, o para el siguiente.

No estaban muy contentos con mi reacción, y es comprensible. Tenían ganas de verme, y yo a ellos, pero justamente este fin de semana han surgido otros asuntos que requieren de toda mi atención.

He planeado algo, algo que quizá me dé información sobre la casa de los Spencer.

No me refiero a la excursión que tenía prevista. Puede que penséis que me haya asustado un poco al ver la casa tan de cerca, y puede que tengáis razón. Pero no se dirá de mí que fui un cobarde. Entraré en esa casa, más tarde o más temprano, y vosotros seréis testigos de ello.

Es mi promesa.

Sobre mi nuevo plan...no sé como catalogarlo. Tal vez no sea lo estrictamente correcto, discutible en términos éticos y morales, muy discutible, pero siempre he pensado que el fin justifica los medios.

Siempre justifica los medios.

Solamente espero que no me juzguéis mal por lo que estoy a punto de hacer.    

La Casa de los SpencerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora