Under The Milky Way (Ron Weasley y tu)

Capítulo 30, Final

Capítulo 30, final <3

La relación de Ginny y Harry fue lo más comentado durante las semanas siguientes, todos en la escuela hablaban sobre eso, pero no había problema, porque por una vez no hablaban cosas negativas sobre el miope Gryffindor.

Incluso Ron estaba llevando bastante bien la relación de su hermanita con su mejor amigo, aunque en algunas ocasiones, en bastante ocasiones mejor dicho, se le salía lo mojigato y el hermano sobreprotector que era, y ponía distancia entre la nueva pareja cuando se ponían demasiado cariñosos.

Eso provocó que Ginny, en forma de venganza, esparciera el rumor de que Ron tenía un puff pigmeo tatuado en alguna parte de su cuerpo. Y ya varias chicas me habían detenido por los pasillos para que les contara la verdad acerca de ese tatuaje, porque, desde que Gryffindor ganó el campeonato de quidditch, se había creado una especie de grupo de fanáticas de Ron. Me hubiera puesto celosa de no ser porque ese grupo lo conformaban chicas de segundo y tercer año que iban por ahí entonando Weasley es nuestro Rey, y usaban ese ridículo casco de guardián.

Pero por muy gracioso que resultaba todo, mi estado anímico rozaba el suelo. Y es que no podía dejar de pensar en lo poco que faltaba para que acabara el año escolar y en lo que eso conlleva, es decir, mi retiro definitivo de Hogwarts. Adiós Londres, hola Florencia. Adiós Londres y todos a quienes dejo atrás, Harry, Hermione, Ginny, Luna, Draco y por supuesto Ronald. Fue un gusto conocerlos a todos pero mi tiempo aquí ha expirado... Ojalá despedirse fuera tan fácil.

Hace días esa idea rondaba en mi mente, porque ya sólo quedaban los exámenes para que acabara el año y por lo tanto yo ya debería ir despidiéndome, o al menos ir anticipándolo para que la noticia no caiga tan de sorpresa porque hasta el momento sólo Ginny y Ron lo sabían... de todas maneras, y por egoísta que suene, la despedida de este último era la que más me preocupaba.

¿Qué pasaría con Ron y yo cuando llegué a Italia? ¿Seguiríamos siendo novios por correspondencia o nos comunicaríamos a través de una bola de cristal? Definitivamente sería con cartas porque no imagino a Ron tratando de un utilizar una bola de cristal o las carcajadas que soltaría cuando se lo propusiera, con lo inútil que él cree que es la adivinación. Pero... ¿en serio se podía mantener una relación así? ¿Qué pasaría si Ron conociera a otra chica que le llamara la atención, le seguiría siendo fiel a su novia que lo único que sabe de ella es a través de escritos? ¿Qué pasaría si yo conociera a otra persona que me llamara la atención? ¿Cuánto tiempo se podría mantener una relación así? Ni siquiera sabía cuánto tiempo estaría en Italia, mi padre ni siquiera había hecho planes de volver a Londres en el futuro.

— ¿Qué te pasa? — Preguntó Ron que estaba frente a mí en una de las mesas de la biblioteca, había estado tan ensimismada que ni había notado cuando se sentó en mí misma mesa.

— ¡Ron! No te aparezcas así — Le dije como reproche, sabía que yo había sido la despistada, pero era para desviar su atención.

— Llevo más de quince minutos sentado aquí, pero tu parecías perdida en la nada

— Lo siento, es que...

— No digas que son los exámenes porque no me lo creo — Me interrumpió el pelirrojo justamente con la excusa que iba a darle

— De vez en cuando me preocupo por mi educación, Ronald

— Tienes el libro al revés, _______, y ni siquiera es una de las lecturas obligatorias, es una novela — Explicó Ron — ¿Vas a decirme que te tiene así?

— Es por el fin del año escolar y... creo... creo que deberíamos terminar — Dije sin detenerme en pensar nada.

¡En terminar! ¿qué había dicho qué? ¡Eso ni siquiera era una de mis opciones! pero... extrañamente me parecía de lo más evidente, parecía completamente adecuado y terriblemente doloroso.