¿Por qué?
Esa es la pregunta del millón ¿Por qué si? ¿Por qué no? Es lo que la mayoría de las veces nos cuestionamos, pero... alguna vez obtenemos una respuesta con un creo de por medio, o sin alguna o titubeo en la respuestas, solo en la ciencia, nada es exacto en la vida, pero a la vez todo lo es.
¿Existe el destino? Sí. No. ¿Por qué? ... y la pregunta se repite, en cualquier idioma, de todas formas, no tiene respuesta. ¿Por qué deberían tenerla? ¿Por qué no? Yo siempre me cuestiono lo mismo, pero no llego al punto, ¿Por qué debería? ¿Por qué no? Y los "por qué" continúan.
¿Por qué pasan las cosas son así? Porque tu pasado lo dice, y son consecuencias de tus actos ¿Por qué? Quizá esa respuesta la tienes tú. Tú creas tu presente y futuro, pero ¿Por qué crearlo así? ¿Por qué no? Múltiples son las respuestas, pero ¿Son las correctas? Y si lo son ¿Por qué?
La lista es interminable, y no llegamos a ninguna parte, a veces, tanto pensar no es bueno, y no daré "Peros" ni me lo cuestionare.
Los llamados de Jude me despertaron.
"_____ despierta, se te hace tarde cariño, y te he preparado el desayuno" Estaba cansada y no quería levantarme. Creo que de todos los días de la semana los lunes son los más aburridos.
Me levanté y enseguida fui al baño. Me mire al espejo y mi reflejo no era tan lindo como esperaba, tenía pelos en la cara, y mi coleta estaba bastante desarmada. Me vestí rápidamente con un vestido blanco, con una cinta dorada en la cintura, ajustado en ella, y caí levemente hasta un poco más arriba de las rodillas, unos zapatos de tacón negro, abiertos en la punta. Y en el pelo me hice una trenza rápida.
Baje a desayunar y ahí estaba una Jude recién despertada, con pijama, y un desayuno para mí.
"Lo siento, pero voy tarde, en la tarde te lo compensaré lo juro, no vemos" Le di un beso en la mejilla y salí a tomar un taxi. Hoy por suerte era un día caluroso, ya que estábamos a comienzos de Junio y el verano se acercaba.
El taxi tardaba en llegar, y la hora se estaba pasando bastante rápido. Finalmente luego de media hora pasó uno, y de inmediato levante mi mano para hacerlo parar. Tardo media hora en llegar y se me habían hecho las ocho menos cuarto.
Lo primero que vi fue al señor Bieber parado fuera del salón de profesores hablando animadamente con la directora.
"Bueno días" Salude torpemente, tropezando con mis pies, por instinto me sujete de él señor Bieber. "Lo siento" Murmure avergonzada.
"Estás un poco retrasada" Me dijo en tono burlón. Se estaba burlando de mí.
"Si, los taxis no pasaban, y vivo un poco lejos. Además me quede dormida, creo que tuve un fin de semana un poco ajetreado" Le respondí en tono burlón.
"Comprendo" Interrumpió la directora mirándome. "Te hemos estado esperando, tenemos que hablar" Enseguida acabó y toco el timbre, dando aviso a la entrada a clases.
"Un momento por favor" Fui a mi salón, y estaban todos en orden. "Buenos días niños" Como de costumbre, me respondieron en coro. "Tengo algunas cosas que resolver, así que estarán solos por un momento, una profesora vendrá por un rato a cuidarlos" Suspire con cansancio. "Espero que se porten bien, y escuchar maravillas, de mis chicos".
Los deje a todos trabajando y me fui a donde mismo estaban él señor Bieber y la directora.
"Bueno... y ¿qué es lo que sucede?" Pregunté ansiosa.
"Es un poco privado" Hablo Justin.
La Directora comenzó a caminar, Justin y yo nos limitamos a seguir su paso, en dirección a su oficina. Al llegar, nos mantuvo la puerta abierta para entrar.