"_______" Suspire al notar que respondía nada. "Cariño, soy Justin" No lo podía evitar, pero mis ojos se nublaban al verla tan.... Tan débil "Por favor escúchame" Sollocé un poco y tomé su mano, estaba fría y ella en sí, estaba completamente pálida. "Despierta" murmure, intentado una vez más que me escuchara, pero no había ningún resultado, ella ni siquiera se inmutaba.
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"______ sé que estás ahí, el doctor me lo dijo" Venía cada día acá, tratando de obtener algo, pero siempre era en vano, el doctor me había dicho que ella sí podía oírme, pero dudaba que aquello fuera cierto, mi chica me hubiese hablado o dado alguna señal. "Despierta, tienes que hacerlo" Mi voz poco a poco se fue quebrando un poco "Te amo"
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"Señor Bieber, debe irse, los horarios de visita ya acabaron" Anuncio una de las enfermeras, siempre era lo mismo, y comenzaba a detestarlo, en momentos como estos la gente debería reconocerme como Justin Bieber y todo lo que conlleva ello.
"Si, unos minutos más" Asintió con la cabeza y se marcho, dejándonos nuevamente solos.
"Pequeña
quizá puedas o no puedas oírme, pero te amo demasiado, y estoy esperando demasiado por ti. Tuvimos nuestra hija, es decir, tú la tuviste, no había querido decírtelo porque quizá eso te haría mal" Suspiré. La observe y ella seguía igual, exactamente igual que hace cuatro meses, cuando todo este martirio comenzó. "No quiero hacerte más daño" Lagrimas comenzaban a acumularse en mis ojos y no podía evitar dejarlas caer, probablemente parecía un zombie, en este último tiempo, no había hecho nada por mí, todo mi tiempo era solo para la pequeña, mi hija, Nicole. La nombré así, ya que ______ siempre había hablado de que sí era una niña su nombre sería Nicole, aún no estaba seguro si dejar su apellido o ponerle simplemente el mío. Ella quizá no despertara y eso me rompería completamente.
La necesitaba conmigo, había dedicado todo este año, y un poco del anterior a ella, sin darme cuenta ella se había convertido en mi centro, y maldición no quería perderla. Pagaría todo lo que fuera necesario por tenerla conmigo, no importaba lo que el carbón ese pensara, ya nos había hecho suficiente daño a mi y a ______ y aún así me sobornaba con alejarme de cualquier manera de ______.
La necesitaba, y ahora no era simplemente yo y ____, ahora también había una pequeña criatura dependiendo de mi y de ella, ambos la necesitamos con nosotros. No puedo perderla.
"Te necesitamos con nosotros Mi amor" Nunca juzgue a algún hombre por llorar en público o por tener pensamientos diferentes, pero sí yo fuera otra persona, y me viera ahora si lo pensaría. Hace mucho tiempo, que alejé a los estúpidos paparazzi del hospital, y los desgraciados no se habían vuelto a acercar, ahora los odio más que nunca, y si es necesario alejarme de el que ha sido mi mundo, por los últimos cinco o seis años, realmente no me importaría.
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"Señor, tienes que quedarse tranquilo, así no podemos dejarlo entrar" No podía quedarme tranquilo, luego de casi seis meses mi chica estaba reaccionando, ella había apretado mi mano, dos veces, carajo. No me importaba que eso fuera muy poco real o que esa mierda saliera en telenovela y las chicas o señoras, lloraran por eso, ya que el milagro ocurría.
"Vamos a entrar a la sala de urgencias y usted tendrá que quedarse tranquilo, hasta que no este tranquilo, no se le permitirá entrar a ver a la paciente.
Sin poder hacer nada más, me resigne y asentí. Me senté en una de las sillas de plástico, de la sala de espera.
Tenía mi cabeza escondida entre mis brazos, y estos estaban apoyados en mis rodillas. Estaba demasiado feliz, más que feliz, por fin había despertado, quizá debería ir a casa y traer a Nicole, para presentársela, yo mismo me encargue de que me sacaran y sacáramos muchas fotos para luego mostrárselas.
"Tú te vas, y para siempre" levanté la cabeza, y ahí estaba ese hijo de puta, mirándome con malicia.
"¿Y si no? ¿Qué?" Lo mire, burlándome con la mirada y esperando que se fuera, si antes no lo soportaba.
"Me encargaré de alejarte yo mismo de ella, ella te odiará y también a esa cosa que tienen por hija, si es necesario hacer desaparecer a esa... Criatura, no dudaré en hacerlo, la mataré frente a tus ojos y no me importa una mierda las consecuencias de ello, solo te quiero lejos de..."
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Desperté muy exaltado, me costaba respirar y sentía que todo a mi alrededor daba vueltas, estaba confundido, enfadado y muy sudado.
Me senté en la cama y apoye mi cabeza en el respaldo de esta, cerré mis ojos y comencé a pensar en la pesadilla. Hace tanto tiempo que no tenía este tipo de recuerdos, que ya había olvidado lo mal que se sentía luego de despertar de aquello. Suspire pesadamente y abrí los ojos.
Me espanté bastante al verla apoyada en el marco de la puerta, mirándome con curiosidad. Tenía las uñas en su boca, mordiéndolas, en señal de nerviosismo.
Mi labio comenzó a temblar, no quería decirle nada, pero sentía la maldita necesidad de hacerlo y ver que resultaba de aquella, era demasiado cobarde como para siquiera intentarlo.
"¿Que haces aquí?" Sabía también, que ella no tenía la culpa de mi pesadilla o recuerdo, pero si era ella la culpable de yo... De estar así de confundido, si no fuera porque, Nicole es su alumna probablemente tampoco me daría una oportunidad, ya lo había vivido una vez, y Nicole no tenía ni siquiera pensado venir al mundo. Quizá estaba siendo un poco duro, mi tono de voz delataba que justamente ahora no quería verla, pero justo como pensé hace un momento, sentía la necesidad de hacerlo.
"Yo-yo..." Quizá las palabras no salían de su boca por miedo a ser descubierta, quizá me había estado viniendo a espiar toda y cada una de las noche anteriores. Ella era tan impredecible.
"Tú..." Le insistí. Probablemente me estaba pasando demasiados rollos, pero ella también me daba motivos para hacerlo, se estaba comportando como una adolescente.
"Tú estabas gritando desesperadamente mi nombre" Soltó de la nada. Me moví incomodo en la cama. De la nada mis manos comenzaron a sudar, y las mantas que tenía la cama parecían ser demasiadas.
"Así... Pues tengo motivos" Le guiñe un ojo. Para nada burlón o juguetón, más bien todo lo contrario. Se sonrojo y miro al pasillo, luego de la nada, cerro la puerta y se apoyo en ella, se veía bastante linda y tierna.
"Pues, es una lastima, porque sencillamente, entre nosotros dos, nunca, escúchame bien porque no quiero volver a repetirlo, entre nosotros dos nunca pasará nada" No sabía que responderle, ella había herido mi orgullo al cien por ciento y estaba siendo clara, quizá demasiado.
Me levanté de la cama, y oh por supuesto que no paso inadvertida su mirada lujuriosa a mi cuerpo, ya que estaba únicamente con boxers y digamos que mi colega se mantiene bien. Ella recorrió mi cuerpo descaradamente, lo cual contradecía totalmente lo que acaba de decir.
"Pues que a ti te quede claro, que a mí eso no me importa, tú mirada habla por sí sola cariño" Me acerque a ella, pero eso ni siquiera la inmuto.
"Que seas un cuerpo bonito no significa nada más" si su objetivo era hacerme enfadar y ponerme caliente como la mierda, pues lo estaba logrando, al parecer a mi colega le gustaban este tipo de reacciones por parte de las chicas... No, no de las chicas, simplemente le gustaba esa reacción de ______.
"Oh nena, no soy solo un cuerpo bonito" Cada vez me acercaba más a ella, y ninguno de los dos parecía molestarse en notarlo. Miré como fruncía su ceño y arrugaba su nariz, como siempre que estaba disgustada lo hacía.
"Pues para mi eres solo eso, simplemente supera el hecho de que no quiera involucrarme contigo" Ella realmente no sabía lo que estaba