Capítulo 14: Fortaleza

20 6 1
                                    

Emir no podía creer la historia que le estaba contando Amara, sentía que su cabeza iba a reventar por la información que acababa de recibir.

Amara había pasado sola por ese calvario sin que nadie le brindara apoyo, le sorprendió la fortaleza con la que lo había afrontado. El débil era él, no ella. Ella siempre ha sido la fuerte. Él nunca tuvo que protegerla de nada, la dejó sola y ahora la había perdido. Para siempre.

Emir se ahogaba entre las palabras que Amara soltaba por su boca, comenzó a llorar a la par que ella contaba su historia.

— Es por eso, Emir, que me iré de aquí. No quiero volver a saber nada de esta ciudad, no quiero saber más nada de ti. Terminaré la escuela porque quiero ir a la universidad.

— Amara, no. Perdóname por dejarte sola, si hubiera sabido que estabas en ese estado, si hubiera...

— Cállate — Espetó Amara — Dime ¿qué hubieras hecho al saber de mi embarazo? Te hubieras ido corriendo Emir, no eres más que un cobarde, no me digas ahora que hubieses hecho algo diferente, porque: primero, no puedes cambiar el pasado y segundo, sé que no me habrías ayudado. Todo lo que dices son palabras vacías sin ningún sentido.

— No tienes que tratarme así.

— Entonces no me hables, prefiero que me dejes en paz y no te acerques nunca más a mí.

Amara se enjuago las lágrimas y le dio una última mirada. Él sabía que dentro de Amara tenía que quedar algo de amor hacia él, pero en ese momento lo único que mostraban sus palabras era un gran rencor y odio inimaginables. 

Al verla marchar quiso detenerla, hacer algo más. Persuadirla con sus palabras, hacerla entrar en razón, pero no podía hacer nada: todo estaba dicho, el amor de su vida se alejaba de él y no podía evitarlo, todo terminó mal.

Apartir de ese momento cada uno tenía que seguir su camino y afrontar elfuturo, las consecuencias de sus actos.     

Jugada del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora