el roce de la piel

3.1K 213 64
                                    

Cerré los ojos y dejé escapar el aliento despacio, estando acostada sobre mi cama. Mi corazón latía de prisa a pesar de forzarme a tranquilizarme. Minutos antes había subido con calma a mi alcoba, evitando a Neji, cuya voz escuché en la sala. Todavía podía sentir los labios de Sasuke sobre los míos, podía sentir también sus manos deslizándose bajo mi uniforme y separándome las piernas, pegándose a mí y haciéndome jadear en sus labios.

Creo que me ruboricé de sólo recordarlo.

Hace apenas media hora estaba encerrada con él en los baños del Nou, Sasuke había comenzado a desnudarme, dejando mis pechos casi expuestos a él, al bajar el cierre de mi uniforme y deslizar las prendas por mis hombros.

«Cielo santo» Habíamos estado a muy poco de hacerlo. Mordí mi labio y reviví aquél momento. Yo quería, realmente quería ser una con él. Afortunada o desafortunadamente alguien había golpeado la puerta, interrumpiéndonos y rompiendo la burbuja de placer en la que nos encapsulamos.

Apreté fuerte mis ojos… tal vez había sido lo mejor. No quería que mi primera vez con él fuese en un lugar cualquiera, donde alguna persona pudiese oírnos. Sonreí al sentir que me mentía, pues seguro si nadie hubiese llegado, en estos momentos sabría lo que era tener a Sasuke dentro de mí. Pero, también, había disfrutado ver su rostro frustrado, verlo jadear y deslizar su cabello hacia atrás al pasar su mano por él, en muestra clara de su inconformidad, había sido gratificante, a pesar que yo me encontraba tan ansiosa como él. Sasuke me deseaba. Y eso me hacía sentir bien, aunque sólo quisiera quitarse las ganas de tener mi cuerpo, como seguro era.

Iba a hacerlo con él… y yo lo había propuesto. Sonreí por varios segundos. Mi sonrisa aminoró cuando escuché que el auto de mamá entraba a la cochera. Sasuke se iría temprano, papá se lo autorizó.

Tragué ligeramente al borrar mi sonrisa… ¿cumpliría con su palabra? Me molestaba saber que tenía a alguien, aunque no fuese una novia como tal. Yo le había pedido que se olvidara de ella mientras estuviésemos juntos y él dijo que sí.

«Tal vez lo hizo por el calor del momento. Por las ganas que tenía»

Resoplé inconforme. Ya no pudimos hablar mucho, apenas saliendo del Nou, Ino me había marcado y se había mantenido en la línea casi hasta llegar a casa; Sasuke se veía serio y no pude adivinar lo que pasaba por su mente. Hablar con él aquí en casa podría levantar sospechas que no necesitaba.

Me puse de pie y me dirigí por mis útiles, haría mi tarea.

Sentada frente a mi escritorio y con mi portátil y un par de libros abiertos, quise concentrarme. Pero no pude. Todo en mí giraba en torno a Sasuke. Tenía que mentalizarme completamente: no era más que un affaire. Yo nunca sería su novia. Sasuke tenía a alguien a quien terminaría volviendo y yo lo necesitaba para olvidar a Gaara. Era todo.

O.O.O.O.O.O.O.O.O

—¡Oye,Teme! — escuché gritar a Naruto al apenas llegar a mi casa — ¿Qué demonios haces?

Volteé a verlo. Mi torso y parte de mi cara estaban salpicados de pequeñas gotas de pintura.

—Increíble, has superado tu propia estupidez— respondí dejando la brocha sobre el receptáculo donde tenía la pintura. Sequé mi sudor y me dirigí a la cocina.

Vi a Naruto rodar los ojos.

—Sé que estás pintando la casa, no soy estúpido— me debatió —, a lo que me refiero es, ¿por qué? Creí que ahorrabas cada centavo para cuando tu madre viniera a vivir aquí.

—No la traeré si esto parece un muladar— solté al tiempo de arrojarle una lata de cerveza a las manos. Naruto la tomó y soltó una carcajada.

Nunca tu noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora