∆You Only Live Once∆

Capítulo 5.

* ADVERTENCIA: Este capítulo contiene violencia y contenido explícito. Si usted es una persona sensible, por favor, no siga con esta lectura. *

Es duro afrontar la realidad. Sobre todo cuando ya tenías elegido un camino y sabías cómo cruzar y con quién hacerlo. 

Pero no todo es como parece, por desgracia todo tiene unos límites. 

Y, a veces, muchas cosas tienen fecha de caducidad. El amor se acaba, al igual que la paciencia, y muchos sueños. 

Y lo peor no es la caducidad, ni tampoco los límites. Lo peor es quedarse estancado y no saber buscar otros caminos, otros amores, otros sueños. Por qué sí, la vida es muy larga y para llegar a la felicidad hay que recorrer muchos caminos y no quedarse sólo con uno. 

Pero Elena no sabía de eso, ella se volvió alguien inexistente, por seguir buscando todo donde no quedaba nada. 

Los días pasaban lentos, largos, pesados pero pasaban. Quizás todavía tenía una oportunidad de volver a vivir, pero estaba atrapada y ni siquiera ella lo sabía. 

Fue al cuarto de baño a darse una ducha y así poder relajar su cuerpo. Mientras el agua corría por su desnudez, ella soltaba lágrimas de impotencia. Miro su reflejo, buscándose fallos para poder entender, por qué su supuesto prometido iba a buscar otros cuerpos si ya tenía uno esperándole en casa. 

Se odio a sí misma por ser imperfecta y no gustarle. No sabía en qué momento todo empezó a cambiar, tampoco sabía como volver a lo que eran antes. 

Y, entonces, lo entendió.

Aquel bebé era el único culpable de todo. Su distanciamiento con Lucas, su depresión, su baja autoestima. Incluso su cambio en su cuerpo y ahí es cuando se dio cuenta que sufría por alguien que no merecía la pena, porque lo que sí merecía la pena era Lucas, el amor de su vida. 

Empezó a reírse debajo del agua y saltar en la ducha. Ella era feliz, demasiado. 

Narra Lucas

" No eres malo." Se dijo a sí mismo mientras se miraba en el espejo, en la habitación de aquella mujer que no se acordaba de su nombre. 

Pero como no pensar eso, cuando le estaba haciendo daño al amor de su vida. Ni siquiera el sabía porque seguía haciendo eso.

Se acordó de la sonrisa de Elena, su prometida y sonrió, iba a acabar con su felicidad para conseguir la suya. Y eso hizo, lo que él no sabía es que su felicidad ya estaba muerta. 

Siguió penetrando está vez más fuerte que la anterior, estaba cerca, pero aún así, siguió mucho más rápido apretando con sus manos las tetas de la rubia que se encontraba debajo de él, no quería que esto acabará.

Le dio un golpe en la mejilla sólo para que gritara más fuerte y ser escuchada hasta en los mismísimos cielos, no se daba cuenta de que aquella muchacha dejó de sentir placer y sólo veía a un monstruo apoderándose de ella, quiso apartarse pero él la inmovilizó cogiendo sus muñecas y penetrando más fuerte. La chica comenzó a llorar porque estaba siendo violada, ella ya no quería seguir, y él la obligaba. La sujeto del cuello para que se dejaran de escuchar sus sollozos, hasta que terminó y sonrió. Echó su semen en su cara mientras que la tiró del cabello, acercando la boca de aquella joven hacia su pene, y metiéndoselo a la fuerza. Ella comenzó a tener náuseas y le vómito encima, se levantó serio y la empujó de la cama pegándole una patada en sus costillas mientras que la escupía. 

" ¡Largate ahora mismo de aquí, puta!" La levantó mientras le daba otro golpe en la mejilla que hizo sangrar su labio. 

Ella lo miró asustada mientras que caían lágrimas de su rostro y apartándose rápidamente de él busco su ropa por aquella habitación y se fue de ahí, pero se quedó más asustada cuando al salir de la habitación, vio a una mujer que seguro tendría su edad, sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared, mientras que miraba hacia abajo.