Capítulo 8.

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El despertar

Aquello que te indica el seguir viviendo, y te enseña a proseguir haciéndolo. 

Un despertar puede tener muchos significados, pero lo más importante es como lo siente cada uno. El despertar es el futuro, puede ser todo o nada. 

Hay gente que se despierta feliz admirando el amanecer, mientras que, otras personas despiertan con dolor de cabeza, sus ojos hinchados y el corazón destrozado. Ni siquiera, pueden apreciar el maravilloso amanecer.

Cada mañana es un comienzo para trazar tu camino hacia la felicidad, otra cosa es el saber como caminar hacía el. 

La vida viene llena de reglas que seguir, por ejemplo, hay personas en el mundo que no pueden apreciar sus mañanas porque tienen diligencia para llegar a su trabajo y comenzar el largo día que les espera, en cambio, otras personas son capaces de parar un segundo y admirar la belleza de la naturalidad. Algunos se sienten agradecidos de poder levantarse cada mañana perfectamente bien, mientras tanto, otros se sienten completamente rotos al saber que les espera otro día de mierda más. 

Pero, ¿cuántos despertares tendremos a lo largo de nuestra vida? ¿Cuántos podremos apreciarlos y encargarnos de qué cada uno sea diferente? ¿Cuántos nos iremos felices al saber que hemos aprovechado cada día como si fuera el último? 

Quizás tendríamos que ver más allá, que un simple despertar. Porque los despertares son parte de nuestra vida, y depende de como los utilicemos, así nos irá llendo en la etapa de existencia. 

Por eso, Estrella se levantaba cada día más fuerte. A pesar de sus dolores, sabía que tenía que ser fuerte para ser feliz, no podía ser débil ahora que le esperaba un largo proceso para adquirir todo eso que no pudo tener. La vida le regalaba una posibilidad.

Sentada en la cama y mirando hacia la ventana, observó salir el sol.

Se sintió sola, cuanta falta le hacían los suyos. Aquellos que no llegó a escuchar a tiempo y hacerles caso en su debido momento. 

La familia, esa que siempre va a estar ahí incluso cuando estés en tu peor momento y ni siquiera tú eres capaz de reconocerte. 

Su madre fue la que estuvo con ella cuando comenzaron los traumas, su madre fue la que le acompañó a los médicos, su madre fue aquella que le secaba las lágrimas después de las pesadillas, su madre fue la que le brindaba calor y amor cuando estaba descontrolada sin saber que hacer, su madre fue la que le daba de comer porque ella no era capaz de alimentarse sola, su madre fue la que dejaba a su padre sólo y se iba con ella a dormir para darle seguridad, su madre fue la que estuvo con ella antes de casarse, y ella fue la que dejó a su madre por él causante de todo aquello. 

Lo único que le podía agradecer a Alfonso fue el haberle unido más con su madre y haber podido pasar más tiempo con ella. 

Después de que traicionara de tal forma a su madre se fue lejos de su ciudad para empezar una nueva vida con él hombre que en su tris, hizo que ella dejará de vivir. 

Pero todo eso lo tenía que dejar de lado, él ha cambiado. Ya no era aquel chico perdido que se desquiciaba con ella. 

Aprendió a caminar de nuevo con la ayuda suya, dejó de encerrarse en sí mismo y se abrió con su esposa. Después de ese duro proceso en que ella tuvo que soportar tanto,  no tenía a nadie, estaba sola. Pero tuvo que ser fuerte por él y por la futura relación, aguantó cosas que jamás podría haberse imaginado. 

Pero todo aquello mereció la pena, ahora eran felices y tendrían  un futuro hijo. 

La discusión de ayer no la tomaría en cuenta, como todo lo demás, se lo guardaría profundamente e intentaría olvidarlo. 

∆You Only Live Once∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora